El Sacrificio en los Momentos Ordinarios

Una de mis cosas favoritas de mi trabajo es que es tan ordinario. Paso la semana ayudando a gente en situaciones diarias como comprar un sándwich en Subway, abrir una puerta o hacer la tarea. Todos son hechos ordinarios. Quizá la mayoría de las personas lo encontrarían aburrido y monótono, y ciertamente puede ser, pero estoy agradecido por su necesidad de apoyo sin complicaciones.

Antes de empezar esta posición como Profesional de Apoyo Directo, trabajaba como un Ingeniero de Transferencia de Petróleo, (también conocido como empleado de gasolinera). Tenía la oportunidad de estudiar en la universidad pero no podría terminar y volví al trabajo que tenía en la preparatoria en la gasolinera. Era muy fácil estar avergonzado de mí mismo; toda la gente a mi alrededor avanzaba por la vida como “se debe” y yo estaba estancado. Ugh!

Trabajé en la gasolinera y varios otros trabajos por dos años y medio antes de encontrar esta posición (lo cual es un cuento para otro momento). Solo quería salirme ya de la gasolinera y no me importaba como.

La primera persona que atendí era un estudiante de preparatoria que tenía 15 años pero estaba a nivel de segundo grado en la matemática y la lectura. Cuando comparaba sus dificultades a las mías, yo ya no parecía estar en tan mal lugar. De hecho, su necesidad sencilla me permitía servir agradecidamente: ahora tenía un lugar en este mundo para hacer algo significativo.

No podría y todavía no puedo hacer cosas muy complicadas. Pero la gente que yo ayudo no necesita nada complicado. Necesitan un servicio sencillo, como recordarles a decir “gracias”, o que se les entregue un tenedor en la cena o que se les felicite cuando aprenden algo nuevo.

Todavía soy y quizá siempre seré alguien que “nunca terminó la universidad”, pero no hay lugar para esa desesperación o auto-depreciación en mi corazón después de toda la gratitud y realización que siento al hacer algo tan importante como ayudar a alguien a decir “hola”.

Sacrifica la lastima por ti mismo por amor al otro.

Ven a la vida.

Todos te estamos esperando.