Living Our Baptism / Vivir el Bautismo

John the Baptist is the last and greatest prophet. The one fulfilling the prophecy of Isaiah 40:3, “A voice cries out: ‘In the wilderness prepare the way of the Lord, make straight in the desert a highway for our God.’” The prophet who taught us the necessity to decrease to make room in our lives and the world for Christ to increase. While all along, he did not feel worthy even to carry the Lord’s sandals.

Preparing the way for Jesus is still incredibly difficult. I relate in many ways to John the Baptist, particularly when someone is “taking my head off” (thankfully, only figuratively) for something related to the Church and her teachings. The world sadly does not want the peace, hope, and type of love that Jesus came to give. It rallies against the message and the messengers.

While I am far from perfect at following the Catholic faith as I desire to, I know that through my baptism, I have a responsibility to share Jesus and the Good News. Baptized as “priest, prophet, and king,” I recognize that I am not only called to holiness but also to pass the Catholic faith on to the next generation, regardless of the cost.

John the Baptist called for a repentance which would lead a person to conversion. He offered a baptism by water in preparation for the more glorious and powerful baptism from Jesus, who “will baptize you with the Holy Spirit.” This incredible moment marks one of two times that the Trinity appears in the Scriptures. Jesus in the flesh, the Spirit as a dove, and the Father’s voice from the heavens proclaiming, “You are my beloved Son; with you I am well pleased.”

“Godcidentally”, the other reference to the Trinity is during the Transfiguration, which includes the first of the prophets, Elijah. How will we live out our baptismal call to be a prophet? How will we follow in the footsteps of Elijah and John the Baptist to prepare the way of the Lord?

Contact the author


Juan el Bautista es el último y el más grande de los profetas. Cumple la profecía de Isaías 40,3 siendo: “Una voz grita: ‘Preparen al Señor un camino en el desierto, tracen para nuestro Dios una calzada recta'”. Este profeta nos enseñó la necesidad de disminuir para hacer espacio en nuestras vidas y en el mundo para que Cristo crezca. Aunque todo el tiempo no se sintió digno ni siquiera de llevar las sandalias del Señor. 

Preparar el camino para Jesús sigue siendo increíblemente difícil. Me identifico de muchas maneras con Juan el Bautista, particularmente cuando alguien me está “cortando la cabeza” (afortunadamente, sólo en sentido figurativo) por algo relacionado con la Iglesia y sus enseñanzas. Lamentablemente, el mundo no quiere la paz, la esperanza y el tipo de amor que Jesús vino a dar. Se manifiesta contra el mensaje y los mensajeros.

Si bien estoy lejos de ser perfecta en seguir la fe católica como deseo, sé que a través del bautismo tengo la responsabilidad de compartir a Jesús y la Buena Nueva. Bautizada como “sacerdote, profeta y rey”, reconozco que no sólo estoy llamada a la santidad sino también a transmitir la fe católica a la próxima generación, sin importar el costo.

Juan el Bautista pedía un arrepentimiento que llevaría a la persona a la conversión. Ofreció un bautismo en agua en preparación para el bautismo más glorioso y poderoso de Jesús, quien “los bautizará con el Espíritu Santo”. Este momento increíble marca una de las dos veces en que la Trinidad aparece en las Escrituras. Jesús en la carne, el Espíritu como paloma, y la voz del Padre desde los cielos proclamando: “Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias”.

Por casualidad divina, la otra referencia a la Trinidad es durante la Transfiguración, que incluye al primero de los profetas, Elías. ¿Cómo viviremos nuestro llamado bautismal a ser profetas? ¿Cómo seguiremos los pasos de Elías y Juan Bautista para preparar el camino del Señor?

Comunicarse con la autora

Allison Gingras ( www.ReconciledToYou.com ) — Shares her love of the Catholic Faith with stories, laughter, and honesty as experienced in the ordinary of life! Her writing includes Encountering Signs of Faith (Ave Maria Press) and the Stay Connected Journals for Women (OSV). Allison is a Catholic Digital Media Specialist for Family Rosary, Catholic Mom, and the Fall River Diocese. She hosts A Seeking Heart podcast and is co-host of the Catholic Momcast podcast.

Feature Image Credit: Anthony2003, cathopic.com/photo/13593-la-gracia-de-dios-en-los-sacramentos

The views and opinions expressed in the Inspiration Daily blog are solely those of the original authors and contributors. These views and opinions do not necessarily represent those of Diocesan, the Diocesan staff, or other contributors to this blog.

Reflections on Stewardship / Reflexiones Sobre la Administración de los Bienes

The Church is very strategic in its placement of the readings throughout the year. Today’s second reading is a perfect example of this when Paul talks about stewardship. It’s no surprise that we hear about this on the Feast of the Epiphany when we commemorate the magi finding the baby Jesus and bringing him gifts of Gold, Frankincense, and Myrrh. I always thought this was funny because these seem like terrible gifts for a little baby, but maybe this whole story is meant to show us more about what to do with gifts as opposed to what the actual gifts are. 

I want to take a moment today to reflect on Adam’s roles in the garden of priest, prophet, and king and how these relate to stewardship today. First, in Genesis 1:26 we hear that Adam has dominion over the things in the garden. Just like a king, he is meant to care for the things that are given to him. I am reminded of that scene from The Lion King where Mufasa tells Simba that everything the light touches belongs to him. But it is not his to rule over as a tyrant, but rather to care for as a faithful servant. It is the same for us today. We have all been given things that we are meant to care for and treasure. 

Second, in Genesis 2:15 Adam is told to work and to guard in the garden. These two words (“work” and “guard”) only occur together in the rest of the Old Testament in relation to the priestly roles in Leviticus. It is clear that Adam is given a priestly role here, but what is the primary role of a priest? Quite simply, it is to make the commonplace holy. That is what a priest does at Mass when simple bread and wine transform into the body, blood, soul, and divinity of Jesus. So too, our role on earth is to bring the light of Christ to all corners of the globe, using our gifts to light the world with God’s love. 

Third, in Genesis 2:19-20 we hear God giving authority to Adam to name the animals. In other words, God is giving power to Adam’s words that whatever he calls the animals, that shall be their name. A prophet is one who speaks with authority. We have been given authority to use our gifts to proclaim the Good News. Through our baptism, we are called as priest, prophet, and king, to enter into the world and offer our gifts and lives as a living sacrifice. 

This is a lot to think and pray about, but maybe on this Feast of the Epiphany we can just reflect on two main points: Am I being a good steward of the gifts God has given me?  And, when I offer these gifts back to God, is he pleased with them? 

From all of us here at Diocesan, God bless!

Contact the author


La Iglesia es muy estratégica en la ubicación de las lecturas durante todo el año. La segunda lectura de hoy es un ejemplo perfecto de esto cuando Pablo habla de la administración de los bienes. No debe sorprendernos escuchar de esto en la Fiesta de la Epifanía, cuando conmemoramos a los magos que encontraron al niño Jesús y le llevaron regalos de oro, incienso y mirra. Siempre pensaba que era chistoso porque parecen regalos horribles para un bebé pequeño, pero tal vez toda esta historia esté destinada a mostrarnos más sobre qué hacer con los regalos en lugar de cuáles son los regalos.

Quiero tomarme un momento hoy para reflexionar sobre los roles de Adán en el jardín de sacerdote, profeta y rey y cómo se relacionan con la administración de los bienes hoy. Primero, en Génesis 1,26 escuchamos que Adán tiene dominio sobre las cosas del jardín. Al igual que un rey, debe cuidar las cosas que le han sido otorgadas. Me recuerda a esa escena de El Rey León donde Mufasa le dice a Simba que todo lo que toca la luz le pertenece. Pero no le corresponde a él gobernar como un tirano, sino más bien cuidarlo como un servidor fiel. A nosotros nos pasa lo mismo hoy. A todos se nos han dado cosas que debemos cuidar y atesorar.

En segundo lugar, en Génesis 2,15 se le dice a Adán que trabaje y cuide el jardín. Estas dos palabras (“trabajar” y “cuidar”) sólo aparecen juntas en el resto del Antiguo Testamento en relación con las funciones sacerdotales en Levítico. Está claro que aquí a Adán se le da un papel sacerdotal, pero ¿cuál es el papel principal de un sacerdote? Sencillamente, se trata de santificar lo común. Eso es lo que hace un sacerdote en la Misa cuando el simple pan y el vino se transforman en el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesús. Así también, nuestro papel en la tierra es llevar la luz de Cristo a todos los rincones del mundo, utilizando nuestros dones para iluminar el mundo con el amor de Dios.

En tercer lugar, en Génesis 2,19-20 escuchamos a Dios dándole autoridad a Adán para nombrar a los animales. En otras palabras, Dios está dando poder a las palabras de Adán de que como llame a los animales, ese será su nombre. Un profeta es aquel que habla con autoridad. Se nos ha dado autoridad para usar nuestros dones para proclamar la Buena Nueva. A través de nuestro bautismo, somos llamados como sacerdote, profeta y rey, a entrar al mundo y ofrecer nuestros dones y vidas como sacrificio vivo.

Hay mucho en qué pensar y orar, pero tal vez en esta Fiesta de la Epifanía podamos reflexionar sobre dos puntos principales: ¿Estoy siendo un buen administrador de los dones que Dios me ha dado? Y, cuando le ofrezco estos regalos a Dios, ¿está satisfecho con ellos?

De parte de todos nosotros aquí en Diocesano, ¡Dios los bendiga!

Comunicarse con el autor

Tommy Shultz is a Business Development Representative for Diocesan. In this role he is committed to bringing the best software to dioceses and parishes while helping them evangelize on the digital continent. Tommy has worked in various diocese and parish roles since his graduation from Franciscan University with a Theology degree. He hopes to use his skills in evangelization, marketing, and communications, to serve the Church and bring the Good News to all. His favorite quote comes from St. John Paul II, who said, “A person is an entity of a sort to which the only proper and adequate way to relate is love.”

Feature Image Credit: OMELI PODCAST, unsplash.com/photos/n3lco3AMn8g

The Spirit of Christmas / El Espíritu Navideño

Merry Christmas! Today is noted by the USCCB, (United States Conference of Catholic Bishops), as a Christmas weekday since the celebration for Epiphany has been moved to Sunday. Does this mess with your thought process as much as it does mine? The Wise Men of my nativity set really want to be moved closer to the manger so they can offer respect to the new babe, Jesus the Christ. They have been on a long journey to discover and pay homage to Him.

I sometimes feel that way too, that the journey is long and He’s not quite within reach. Why is it that I can forget He is present in this world, in many more ways than to the Wise Men at the time of Jesus’ birth?

The Eucharist is the living presence of the body and blood of our Lord, Jesus Christ. This gift is freely given to us each and every time we approach the altar during the Eucharistic celebration of Mass. The AMEN proclaimed by every recipient is our YES. We believe that this is the true presence of Jesus.

Do I fully receive this gift? Do I open my heart, mind, body and soul to Him when I receive Him under my roof? Is my faith as big as a mustard seed or smaller? Am I willing to acknowledge the Lord is really in this world? Do I have the eyes, mind and heart to see, recognize and appreciate the gift of Him, in all aspects of our world?

I pray for the gift of awareness and recognition. I pray to act with courage to be a witness of the gifts and truths revealed to me. I pray the spirit of Christmas will be alive in your heart all the days of your life. 

Contact the author


¡Feliz Navidad! Hoy es la USCCB (Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos) señala hoy como un sábado del  Tiempo de Navidad ya que la celebración de la Epifanía se trasladó al domingo. ¿Esto altera tu proceso de pensamiento tanto como el mío? Los Reyes Magos de mi pesebre realmente quieren acercarse al pesebre para poder ofrecer respeto al recién nacido, Jesucristo. Han emprendido un largo viaje para descubrirlo y rendirle homenaje.

A veces yo también siento lo mismo, que el viaje es largo y que Él no está a nuestro alcance. ¿Por qué puedo olvidar que está presente en este mundo, de muchas más maneras que para los Reyes Magos en el momento del nacimiento de Jesús?

La Eucaristía es la presencia viva del cuerpo y la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Este regalo se nos da gratuitamente cada vez que nos acercamos al altar durante la celebración eucarística de la Misa. El AMÉN proclamado por cada persona que recibe es nuestro SÍ. Creemos que es la presencia verdadera de Jesús.

¿Recibo plenamente este regalo? ¿Le abro mi corazón, mente, cuerpo y alma cuando lo recibo “en mi casa”? ¿Mi fe es tan grande como una semilla de mostaza o es más pequeña? ¿Estoy dispuesto a reconocer que el Señor está realmente presente en este mundo? ¿Tengo los ojos, la mente y el corazón para ver, reconocer y apreciar el regalo de Él, en todos los aspectos de nuestro mundo?

Pido por el don de la conciencia y el reconocimiento. Le pido la gracia de actuar con valentía para ser testigo de los dones y las verdades que se me revelan. Le pido que el espíritu de la Navidad esté vivo en tu corazón todos los días de tu vida.

Comunicar con la autora

Beth Price is part of the customer care team at Diocesan. She is a Secular Franciscan (OFS) and a practicing spiritual director. Beth shares smiles, prayers, laughter, a listening ear and her heart with all of creation. Reach her here bprice@diocesan.com.

Feature Image Credit: Kenny Eliason, unsplash.com/photos/LmcPCp92KFo

The Lord Continues to Search / El Señor Sigue Buscando

Today’s Gospel presupposes a search, first on the part of Jesus, whom we can see is on the lookout for followers, and secondly on the part of those who would come to know Jesus closely. We reckon this because Philip readily follows Jesus and then goes to tell Nathanael. The two of them have obviously been conversing about “the one about whom Moses wrote in the Law” and even though Nathanael has definite ideas about those who come “from Nazareth” he still readily accepts Philip’s invitation to “come and see.” 

If I place myself in this Gospel scene, what does it mean for Jesus to search for me? He is searching for me to follow him. How so on this 5th day of January in 2024? What does the Lord have in mind as he searches for the likes of me to come along with him today?

In a way, I don’t have to worry about answering that because he who created the heavens and set the stars in place can certainly communicate himself and his will to me. I can be confident and trust that he will inspire me, put people in my path, and make his will known to me if I but listen. He is with me on the journey too, every step of the way! Reflecting on this passage, I see how the Lord worked with the disciples and I know that he continues to work with me and with each one of us now. 

Today’s saint, John Neumann is an example for us. He had doubts about accepting the office of bishop partly because he was personally challenged by his own difficulties with administration. But Neumann entrusted himself totally to the Lord’s will, which was obviously manifested to him by the Pope’s request that he become the 4th bishop of Philadelphia. In St. John Neumann’s search to do the will of God, and by leaving himself open to see and hear that will, he grew to be the disciple the Lord wanted him to be, shining brightly as a witness of goodness, seeking the lost sheep, ministering to the sick, and caring for all those entrusted to him. It wasn’t always easy, but as Neumann sought out and followed the Lord he made the world a more blessed place.

The Lord searched for those first disciples and helped them see. He searched for and found St. John Neumann and called him to follow him as well. The Lord, who first searched for them, gave them the grace to search for him, to find him and to see aright so as to follow him faithfully. This Lord Jesus is still on the move, searching for us and calling us to follow him. How will I follow him today? How will I lean on him to help me? What questions will I have for him today? What is he showing me? I need only ask and he will help me follow his lead, no matter what the cost.

Contact the author


El evangelio de hoy supone una búsqueda, primero por parte de Jesús, a quien vemos buscando seguidores, y segundo, por parte de los que quieren conocer a Jesús de cerca. Calculamos esto porque Felipe sigue fácilmente a Jesús y luego va a contárselo a Nen la ley” y aunque Natanael tiene ideas definidas sobre los que vienen “de Nazaret”, todavía acepta de buena gana la invitación de Felipe de “Ven y lo verás”. Si me coloco en este escenario evangélico, ¿qué significa que Jesús me busque? Él me está buscando para seguirlo. ¿Cómo es eso en este día 5 de enero del 2024? ¿Qué tiene el Señor en mente al buscar personas como yo para acompañarlo hoy?

En cierto modo, no tengo que preocuparme por responder eso porque aquel que creó los cielos y colocó las estrellas en su lugar ciertamente puede comunicarme a sí mismo y su voluntad. Puedo tener confianza en que él me inspirará, pondrá personas en mi camino y me hará conocer su voluntad si tan solo escucho. ¡Él también está conmigo a lo largo del camino y en cada paso del camino! Reflexionando sobre este pasaje, veo cómo el Señor trabajó con los discípulos y sé que ahora sigue trabajando conmigo y con cada uno de nosotros.

El santo de hoy, Juan Neumann, es un ejemplo para nosotros. Tenía dudas sobre aceptar el cargo de obispo, en parte porque personalmente se enfrentaba a sus propias dificultades con la administración. Pero Neumann se entregó totalmente a la voluntad del Señor, que se le manifestó evidentemente con la petición del Papa de convertirse en el cuarto obispo de Filadelfia. En la búsqueda de San Juan Neumann de hacer la voluntad de Dios, y al abrirse a ver y oír esa voluntad, creció hasta convertirse en el discípulo que el Señor quería que fuera, brillando intensamente como testigo de la bondad, buscando a la oveja perdida, ministrando a los enfermos y cuidando de todos los que le habían sido confiados. No siempre era fácil, pero cuando Neumann buscó y siguió al Señor, hizo del mundo un lugar más bendito.

El Señor buscó a esos primeros discípulos y les ayudó a ver. Buscó y encontró a San Juan Neumann y lo llamó para que también lo siguiera. El Señor, que los buscó primero, les dio la gracia de buscarlo, de encontrarlo y de ver bien para seguirlo fielmente. Este Señor Jesús sigue en movimiento, buscándonos y llamándonos a seguirlo. ¿Cómo lo seguiré hoy? ¿Cómo me apoyaré en él para que me ayude? ¿Qué preguntas tendré para él hoy? ¿Qué me está mostrando? Sólo necesito pedírselo y él me ayudará a seguir su ejemplo, cueste lo que cueste.

Comunicarse con la autora

Sr. Mary Martha Moss, FSP has had the grace of serving the Lord for over 40 years as a Daughter of St. Paul. Joyfully engaged in the community’s  media ministry, she has authored 3 children’s books, presented on various topics for adult faith formation, enjoyed running Online Book Studies, served as a Pauline Book & Media Center manager and continues singing the alto part with the Daughters of St. Paul Concert Choir.

Feature Image: cathopic.com 

Leading Others to Christ / Llevar a Otros a Cristo

Almost three and a half years ago, my family embarked on the great adventure of homeschooling. Our shelves were filled with books, our rooms were furnished with desks and our hearts were filled with anticipation. Although the youngest had attended Catholic school, after we moved there was no longer a feasible option, so we made the leap. Some might even consider it a leap of faith. 

I have never been a good teacher. I have the type of personality that is more prone to take the pencil out of your hand and do it for you if you don’t understand it the first time. My husband, on the other hand, delights in all things education and has a gift for explaining things in different ways. Guess who does most of the homeschooling at our house.

Today is the Feast of Elizabeth Ann Seton, the patron saint of the curriculum we use and a great advocate of education. She opened the first American parochial school, where she supported her own children after the untimely death of her husband. Although she was raised an Episcopalian, she converted to Catholicism after witnessing other Catholics living out their faith. Her letters show us how her spiritual life developed from ordinary goodness to heroic sanctity throughout the many trials she suffered in life. 

In today’s Gospel we read about the calling of the first disciples, Andrew and Peter. One thing stands out to me: the fact that they both needed help to find Jesus. John the Baptist directed Andrew’s attention to Him when he declared, “Behold the Lamb of God.” And then Andrew went and took his brother Simon (Peter) to meet Jesus. Neither one of them discovered Jesus on their own. 

Not many discover Jesus on their own. St. Elizabeth Ann was touched so deeply by the witness of others that she became Catholic. She then went on to teach her school children about the faith. John the Baptist directed Andrew’s attention to Jesus, who then went on to bring his brother to Christ. In much the same way, we are called to bring others to God. Some of us may teach inside our homes. Others may be catechists at their parish. Still others may live simple lives of prayer and works of charity. Whatever your role, our calling is the same. To be Christ’s hands and feet so as to help others draw closer to God. 

St. Elizabeth Ann Seton, intercede for us today, that we may follow your example of holiness in leading others to Christ. 

Contact the Author


Hace casi tres años y medio, mi familia se embarcó en la gran aventura de la educación en casa. Nuestros estantes estaban llenos de libros, nuestras habitaciones estaban amuebladas con escritorios y nuestros corazones estaban llenos de anticipación. Aunque el más pequeño había asistido a un colegio católico, después de mudarnos ya no había una opción viable, así que dimos el salto. Algunos incluso podrían considerarlo un salto de fe.

Nunca he sido buena maestra. Tengo el tipo de personalidad que es más propenso a quitarte el lápiz de la mano y hacerlo por ti si no lo entiendes a la primera. A mi esposo, por otro lado, le encanta todo lo relacionado con la educación y tiene el don de explicar las cosas de diferentes formas. Adivina quién hace la mayor parte de la educación en el hogar en nuestra casa.

Hoy es la fiesta de Isabel Ana Seton, la santa patrona del plan de estudios que utilizamos y una gran defensora de la educación. Abrió la primera escuela parroquial estadounidense, donde mantuvo a sus propios hijos tras la prematura muerte de su marido. Aunque fue criada como Episcopaliana, se convirtió al catolicismo después de presenciar a otros católicos vivir su fe. Sus cartas nos muestran cómo su vida espiritual evolucionó desde la bondad ordinaria hasta la santidad heroica a lo largo de las muchas pruebas que sufrió en la vida.

En el Evangelio de hoy leemos sobre el llamado de los primeros discípulos, Andrés y Pedro. Una cosa me llama la atención: el hecho de que ambos necesitaban ayuda para encontrar a Jesús. Juan el Bautista dirigió la atención de Andrés hacia Él cuando declaró: “Éste es el Cordero de Dios”. Y entonces Andrés fue y llevó a su hermano Simón (Pedro) al encuentro de Jesús. Ninguno de ellos descubrió a Jesús por sí mismos.

No muchos descubren a Jesús a solas. Santa Isabel Ana quedó tan profundamente conmovida por el testimonio de otros que se hizo católica. Luego pasó a enseñar a los niños en la escuela sobre la fe. Juan el Bautista dirigió la atención de Andrés hacia Jesús, quien luego llevó a su hermano a Cristo. De la misma manera, estamos llamados a llevar a otros a Dios. Algunos de nosotros enseñamos dentro de nuestros hogares. Otros somos catequistas en la parroquia. Aún otros vivimos vidas sencillas de oración y obras de caridad. Cualquiera que sea tu función, nuestra vocación es la misma. Ser las manos y los pies de Cristo para ayudar a otros a acercarse a Dios.

Santa Isabel Ann Seton, intercede por nosotros hoy, para que podamos seguir tu ejemplo de santidad al llevar a otros a Cristo.

Comunicarse con la autora

Feature Image Credit: Guillaume de Germain, unsplash.com/photos/fgmLRBlUIpc


Tami Urcia grew up in Western Michigan, a middle child in a large Catholic family. She spent early young adulthood as a missionary in Mexico, studying theology and philosophy, then worked and traveled extensively before finishing her Bachelor’s Degree in Western Kentucky. She loves tackling projects, finding fun ways to keep her little ones occupied, quiet conversation with the hubby and finding unique ways to love. She works full time, is a guest blogger on CatholicMom.com and BlessedIsShe.net, and has been doing Spanish translations on the side for over 20 years.

Behold the Lamb / Éste es el Cordero de Dios

St. John the Baptist is the model of simple evangelization: he understands what God is currently doing and asking of His People, and he testifies to what he has experienced to point to God.

John uses an image that was very familiar to the Jews of that time, and helps them see that that image is now finding its full meaning in Jesus: the Lamb of God.

We might easily forget that God required the Jews to sacrifice a lamb TWICE A DAY to expiate the sins of the people. This sacrificial lamb was a symbol of the price to be paid for sin. John is pointing out that Jesus will pay the price for our sin.

The primary holy day of the Jews was Passover, in which each family sacrificed and ate a lamb to recall their liberation from slavery in Egypt, and how those who marked their doors with the blood of this lamb were spared from the death inflicted on the firstborn of all the Egyptians and their animals. This Passover lamb signified God’s merciful and saving love. John is pointing out that Jesus is God’s merciful and saving love in the flesh.

Finally, the Messiah was foretold by the Prophets to be a lamb who went silently to the slaughter, to take the sins of the people on himself and wash them away. John is pointing out that Jesus is the Messiah who will take away the sins of the world. And this is what we proclaim at every Mass, right before we receive him in Holy Communion: “Behold the Lamb of God, who takes away the sins of the world!”

As we continue to rejoice in the coming of our Savior in the flesh, let us repeat the Responsorial Psalm for this week throughout our day: “All the ends of the earth have seen the saving power of God.”

Contact the author


San Juan Bautista es el modelo de evangelización sencilla: comprende lo que Dios hace y pide actualmente a su pueblo, y da testimonio de lo vivido para señalar a Dios.

Juan utiliza una imagen que era muy familiar para los judíos de esa época y les ayuda a ver que esa imagen ahora encuentra su pleno significado en Jesús: el Cordero de Dios.

Podríamos olvidar fácilmente que Dios exigía que los judíos sacrificaran un cordero DOS VECES AL DÍA para expiar los pecados del pueblo. Este cordero sacrificial era un símbolo del precio a pagar por el pecado. Juan está señalando que Jesús pagará el precio por nuestro pecado.

El día santo principal para los judíos era la Pascua, en la que cada familia sacrificaba y comía un cordero para recordar su liberación de la esclavitud en Egipto, y cómo los que marcaban sus puertas con la sangre del cordero se salvaban de la muerte infligida al primogénito de todos los egipcios y sus animales. Este cordero pascual significaba el amor misericordioso y salvador de Dios. Juan está señalando que Jesús es el amor misericordioso y salvador de Dios encarnado.

Finalmente, los profetas predijeron que el Mesías sería un cordero que iría silenciosamente al matadero, para tomar sobre sí los pecados del pueblo y eliminarlos. Juan está señalando que Jesús es el Mesías que quitará los pecados del mundo. Y esto es lo que proclamamos en cada Misa, justo antes de recibirlo en la Sagrada Comunión: “Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo.”

Mientras continuamos regocijándonos en la venida de nuestro Salvador en la carne, repitamos el Salmo Responsorial de esta semana a lo largo de nuestro día: “Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios”.

Comunicarse con la autora

Kathryn Mulderink, MA, is married to Robert, Station Manager for Holy Family Radio. Together they have seven children (including Father Rob), and seven grandchildren. She is President of the local community of Secular Discalced Carmelites and has published five books and many articles. Over the last 30 years, she has worked as a teacher, headmistress, catechist, Pastoral Associate, and DRE, and as a writer and voice talent for Catholic Radio. Currently, she serves the Church by writing and speaking, and by collaborating with various parishes and to lead others to encounter Christ and engage their faith. Her website is www.KathrynTherese.com

Feature Image Credit: Hugo Gonzalez, cathopic.com/photo/33959-lamb-of-god

True Humility / La Humildad Verdadera

When I think of humility, I always recoil a little, because I automatically think of the worldly definition of humility. I think that’s a normal human reaction, especially when we are immersed in worldly concerns and cares. But in today’s Gospel, we have a perfect example of a truly humble man in John the Baptist.

Humility means to see oneself as he or she truly is in relation to God. John knew exactly who he was in light of Christ- a creature dependent on his Creator, and he tells the priests and Levites as much. He did not state that he was the Christ, but that he was the one who is “the voice of one crying out in the desert, prepare the way of the Lord” (Jn 1:23)

When we know who we are in Christ, we become who we were meant to be. We can accomplish great things for the Kingdom, if only we choose to see ourselves that way and submit to the will of the Father.

Today, let’s pray for the grace to see ourselves as the Lord sees us – beautiful and precious in his sight – and in taking that truth to heart, that we perform the most critical work of all – bringing others to Christ.

Contact the author


Cuando me pongo a pensar en la humildad, siempre me pongo un poco incómoda porque automáticamente pienso en la definición mundana de la humildad. Creo que es una reacción humana normal, especialmente cuando estamos inmersos en preocupaciones y cuidados mundanos. Pero en el Evangelio de hoy tenemos un ejemplo perfecto de un hombre verdaderamente humilde en Juan el Bautista.

La humildad significa verse a uno mismo como realmente es en relación con Dios. Juan sabía exactamente quién era a la luz de Cristo: una criatura que dependía de su Creador, y así se lo dice a los sacerdotes y levitas. No afirmó que era el Cristo, sino que era “la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’” (Jn 1,23).

Cuando sabemos quiénes somos en Cristo, nos convertimos en quienes debíamos ser. Podemos lograr grandes cosas para el Reino, si tan solo elegimos vernos así y someternos a la voluntad del Padre.

Hoy, oremos por la gracia de vernos a nosotros mismos como nos ve el Señor –hermosos y preciosos a sus ojos– y, al tomar esa verdad en serio, realizar la obra más crítica de todas: llevar a otros a Cristo.

Comunicarse con la autora

Mary Thissen is a St. Louis native living in East Central Illinois with her husband and children. She is blessed with twin boys Earthside and four children now living in Heaven. When she is not working as a healthcare data analyst or caring for her boys, she enjoys studying and writing about the Catholic faith and ministering to women who are suffering through miscarriage or infertility. You can connect with Mary on Instagram @waitingonmiracles. 

Feature Image Credit: Cristian Gutiérrez, LC, cathopic.com/photo/10009-bautismo-de-jesus

Mary is With Us / María Está con Nosotros

Happy New Year! 

Today, we celebrate motherhood. Specifically, we celebrate the Solemnity of the Blessed Virgin Mary, the Mother of God. The last few weeks have been filled with images of Mary’s motherhood in the depictions of the Nativity over Christmas. Many of us even had our own Nativity set up along with our Christmas decorations. But none of these come close to showing us the true Mother we are celebrating today.

As a young woman, Mary seemed so perfect to me I could not look to her as a model for holiness or womanhood. And since it was long before I was even thinking about motherhood, well, Mary seemed far too perfect for me. I did, however, rely on her to be my mother. Staring at the image of her on my bedroom wall, holding tightly onto rosary beads, I did not know how to pray when I woke up in the middle of the night or was filled with angst, the depths of which teenage girls have made legendary. I didn’t aspire to be like Mary, but I loved her. And I believed she loved me. 

And then I grew up. And my life changed. And now, when I read, “And Mary kept all these things,  
reflecting on them in her heart,” I catch a glimpse of what she has done for me. And you. And for the world. And I want to be like her, knowing full well I will never reach her perfection. It is possible for us to desire holiness, since we have been adopted by God. And if the Father has adopted us, Mary is certainly our Mother.

What can we learn from this woman who gave us Jesus? Patience, trust, love, caring for others, not needing her life to be all about her, and pointing others toward Jesus are all good places to start. This feast reminds us that Mary’s motherhood brought forth the Savior of the world because she cooperated with God.

If there is one lesson I want to learn from Mary, it is that one. To cooperate with God. Fully cooperate, give my YES with total trust that God has got this. Whatever ‘this’ is, if he brings me to it, he’ll bring me through it. 

Her trust was absolute. As we begin a new year, I ask you to consider choosing one of Mary’s qualities  that you want to emulate. Spend time praying about how you can be a bit more like Mary.

Contact the author


¡Feliz Año Nuevo!

Hoy celebramos la maternidad. En concreto, celebramos la Solemnidad de la María Santísima, Madre de Dios. Las últimas semanas han estado llenas de imágenes de la maternidad de María en las representaciones de la Natividad durante las Navidades. Muchos de nosotros incluso teníamos nuestro propio nacimiento junto con nuestras decoraciones navideñas. Pero ninguno de ellos realmente nos demuestra a la verdadera Madre que celebramos hoy.

Cuando era joven, María me parecía tan perfecta que no podía considerarla como un modelo de santidad o de feminidad. Y como pasó mucho tiempo antes de que siquiera pensara en la maternidad, bueno, Mary me parecía demasiado perfecta. Sin embargo, confié en que ella fuera mi madre. Mirando la imagen de ella en la pared de mi habitación, agarrando con fuerza el rosario, no sabía cómo rezar cuando me despertaba en medio de la noche o estaba llena de angustia, cuyas profundidades las adolescentes han hecho legendarias. No aspiraba a ser como María, pero la amaba. Y creí que ella me amaba también.

Luego crecí y mi vida cambió, y ahora, cuando leo: “María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”, vislumbro lo que ella ha hecho por mí, y por ti y por el mundo, y quiero ser como ella, sabiendo muy bien que nunca alcanzaré su perfección. Es posible que deseemos la santidad, ya que hemos sido adoptados por Dios. Y si el Padre nos ha adoptado, María es ciertamente nuestra Madre.

¿Qué podemos aprender de esta mujer que nos dio a Jesús? La paciencia, la confianza, el amor, el cuidado de los demás, no necesitar que su vida se centre exclusivamente en ella misma y señalar a otros hacia Jesús son buenos lugares de inicio. Esta fiesta nos recuerda que la maternidad de María dio a luz al Salvador del mundo porque cooperó con Dios.

Si hay una lección que quiero aprender de María, es esa. Cooperar con Dios. Cooperar plenamente, dar mi SÍ con total confianza en que Dios tiene esto. Sea lo que sea “esto”, si él me lleva a ello, me ayudará a superarlo.

Su confianza era absoluta. Al comenzar un nuevo año, te pido que consideres elegir una de las cualidades de María que quieras emular. Dedica tiempo a orar sobre cómo puedes ser un poco más como María.

Comunicarse con la autora

Deanna G. Bartalini, M.Ed.; M.P.A., is a certified spiritual director, writer, speaker and content creator. The LiveNotLukewarm.com online community is a place to inform, engage and inspire your Catholic faith. Her weekly Not Lukewarm Podcast gives you tips and tools to live out your faith in your daily life.

Feature Image Credit: Matea Gregg, unsplash.com/photos/a-statue-of-the-virgin-mary-holding-a-baby-jesus-9evdemUkjJs

The Sorrows of Mary / Los Dolores de María

“Your sufferings, accepted and borne with unshakeable faith, when joined to those of Christ take on extraordinary value for the life of the Church and the good of humanity”. (Message of the Holy Father Pope John Paul II for the First Annual World Day of the Sick, 5)

As the mother of Christ, one of Mary’s many titles is “Our Lady of Sorrows”. Fittingly, the name “Mary” has roots in the Hebrew word “marah” meaning “bitterness”. Commonly depicted in art with a sword piercing her heart, today’s Gospel introduces us to the first of Mary’s Seven Sorrows: “And you yourself a sword will pierce”. The Holy Family went through many trials together but Mary in particular endured, steadfast in her fiat and never once wavered in her devotion to God, although she was exposed to so many trials.

Saint John Paul II declared: “[T]he Blessed Virgin advanced in her pilgrimage of faith, and faithfully persevered in her union with her Son unto the cross… uniting herself with a maternal heart with His sacrifice” (Lumen Gentium, 58). In her apparitions as Our Lady of Kibeho in the 1980’s in Rwanda, Mary asked that we pray the Chaplet of the Seven Sorrows for repentance, and also noted that we must “bear our sufferings every day” if we want to be with Christ in Heaven. If we imitate Mary’s faith, we too will survive whatever wounds this hard world inflicts on us and one day rejoice with God’s Holy Family. What suffering in your life is God using for His glory? 

Contact the author


“Vuestros sufrimientos, acogidos y sostenidos por una fe inquebrantable, unidos a los de Cristo, adquieren un valor extraordinario para la vida de la Iglesia y para el bien de la humanidad”. (Mensaje del Santo Padre Juan Pablo II Para la I Jornada Mundial del Enfermo, 5)

Como madre de Cristo, uno de los muchos títulos de María es “Nuestra Señora de los Dolores”. Apropiadamente, el nombre “María” tiene raíces en la palabra hebrea “marah” que significa “amargura”. Comúnmente representado en el arte con una espada que atraviesa su corazón, el Evangelio de hoy nos presenta el primero de los Siete Dolores de María: “Y a ti, una espada te atravesará el alma”. La Sagrada Familia pasó juntos por muchas pruebas juntos pero María en particular perseveró, firme en su fiat y nunca vaciló en su devoción a Dios, aunque estuvo expuesta a tantas pruebas.

San Juan Pablo II declaró: “Así avanzó también la Santísima Virgen en la peregrinación de la fe, y mantuvo fielmente su unión con el Hijo hasta la cruz… asociándose con entrañas de madre a su sacrificio” (Lumen Gentium, 58). En sus apariciones como Nuestra Señora de Kibeho en los años 1980 en Ruanda, María pidió que rezáramos la Coronilla de los Siete Dolores por el arrepentimiento, y también señaló que debemos “soportar nuestros sufrimientos todos los días” si queremos estar con Cristo en el Cielo. Si imitamos la fe de María, también nosotros sobreviviremos las heridas que nos inflija este mundo duro y un día gozaremos con la Sagrada Familia de Dios. ¿Qué sufrimiento hay en tu vida que Dios está utilizando para Su gloria?

Comunicarse con la autora

Dr. Alexis Dallara-Marsh is a board-certified neurologist who practices in Bergen County, NJ. She is a wife to her best friend, Akeem, and a mother of two little ones on Earth and two others in heaven above.

Feature Image Credit: Chistopher Rafael Ramirez najera, cathopic.com/photo/12866-virgen-de-dolores-iglesia-de-santa-cecilia

Luck, Timing, and Who You Know / La Suerte, el Momento Oportuno y a Quién Conoces

From a more secular perspective, much of our life comes down to, “luck, timing, and who you know.” As people of faith, we know there is a bit more to it than this. Considering Anna’s story, one could easily write it off as just luck, good timing, or good connections for why she was able to meet Jesus. We might even be tempted to accept this explanation, which is why the start of our Gospel passage is so important.

It wasn’t due to luck or just good timing that Anna was at the temple that day. We are told that, “she never left the temple but worshiped day and night with fasting and prayer” (Luke 2:37). Anna was a Jewish widow who knew well how her people waited for the Messiah. Instead of living out her days with her family, Anna chose to remain as close to God as she could. It is important to remember that as a woman, Anna would have had restricted access to certain areas of the temple only. Just because she came every day didn’t mean she was given special access beyond the outer court. 

Why, then, would God have chosen Anna to speak to everyone about Jesus? She wasn’t a lucky person, her husband died only seven years after her marriage and she never remarried. Her timing wasn’t great for spreading news, she was 84 years old and without any modern medicine available, I doubt she was a quick mover. She didn’t know anyone important nor was she anyone important.

God chose Anna, because she was exactly the kind of person He loves to work through. St. Paul tells us: “For the foolishness of God is wiser than human wisdom, and the weakness of God is stronger than human strength” (1 Cor 1:25). Anna was totally focused on God and because of that, she was in the right place at the right time. She had no idea when she began going to the temple that one day she would receive this blessing. 

God asks a similar obedience of us, though it will look differently in each of our lives. For some, God might be calling us to religious life, which has a similar feel to Anna’s daily prayer in the temple. For others, we may be called to take God with us throughout our day. St. Frances of Rome said, “A married woman [or any lay person] must, when called upon, quit her devotions to God at the altar to find Him in her household affairs.” 

When we are about God’s business within our daily life as Anna was, we will find ourselves in the right places at the right time. It’s not about luck, or timing, but it might be about Who you know though and I’ll give you a hint, He desires nothing more than your friendship so He can shower you with His love and mercy.

Contact the author


Desde una perspectiva más secular, gran parte de nuestra vida se reduce a “la suerte, el momento oportuno y a quién conoces”. Como personas de fe, sabemos que hay algo más que esto. Teniendo en cuenta la historia de Ana, uno podría decir que pudo conocer a Jesús solamente por la buena suerte o por llegar en el momento preciso o por tener buenas conexiones. Nosotros incluso podríamos estar tentados a aceptar esta explicación, y por eso el comienzo del pasaje evangélico de hoy es tan importante.

No fue por la buena suerte o por llegar en el momento preciso que Ana estuvo en el templo ese día. Se nos dice que “No se apartaba del templo ni de día ni de noche, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones” (Lucas 2,37). Ana era una viuda judía que sabía bien cómo su pueblo esperaba al Mesías. En lugar de vivir sus días con su familia, eligió permanecer lo más cerca posible a Dios. Es importante recordar que, como mujer, Ana solo habría tenido acceso restringido a ciertas áreas del templo. El hecho de que viniera todos los días no significaba que tuviera acceso especial para entrar más allá del atrio exterior.

¿Por qué, entonces, Dios habría escogido a Ana para hablarles a todos acerca de Jesús? Ella no era una persona afortunada, su esposo se murió solo siete años después de su matrimonio y nunca se volvió a casar. Su momento no era oportuno para difundir noticias. Tenía 84 años y sin ninguna medicina moderna disponible, dudo que pudiera moverse rápidamente. Ella no conocía a nadie importante y ella tampoco era alguien importante.

Dios escogió a Ana porque era exactamente el tipo de persona con la que le encanta trabajar. San Pablo nos dice: “Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana” (1 Cor 1, 25). Ana se enfocaba totalmente en Dios y por eso estaba en el lugar correcto en el momento oportuno. Cuando comenzó a ir al templo, no tenía idea de que algún día recibiría esta bendición.

Dios nos pide una obediencia similar, aunque se verá diferente en cada una de nuestras vidas. Para algunos, Dios podría estar llamándonos a la vida religiosa, que tiene un sentimiento similar a la oración diaria de Ana en el templo. Para otros, podemos ser llamados a llevar a Dios con nosotros a lo largo del día. Santa Francisca de Roma dijo: “Una mujer casada [o cualquier laico] debe, cuando se le llame, abandonar su devoción a Dios en el altar para encontrarlo en los asuntos de su hogar”.

Cuando estamos viendo los asuntos de Dios dentro de nuestra vida diaria como lo estaba Ana, nos encontraremos en los lugares correctos en el momento oportuno. No se trata de la suerte o el momento oportuno, pero podría tratarse de a Quién conoces, y te daré una pista, Él no desea nada más que tu amistad para poder colmarte con Su amor y Su misericordia.

Comunicarse con la autora

Kate Taliaferro is an Air Force wife and mother. She is blessed to be able to homeschool, bake bread and fold endless piles of laundry. When not planning a school day, writing a blog post or cooking pasta, Kate can be found curled up with a book or working with some kind of fiber craft. Kate blogs at DailyGraces.net.

Feature Image Credit: MART PRODUCTION, https://www.pexels.com/photo/close-up-shot-of-a-person-holding-prayer-beads-7219397/

What Would Jesus Do? / ¿Qué Haría Jesús?

“Whoever claims to abide in him ought to walk just as he walked” (1 John 2:6).

During the Christmas season, we have an opportunity to reflect on the mystery of the Word Made Flesh, showing us who God truly is. “A light to reveal you to the nations and the glory of your people Israel,” as Zechariah says (Luke 2:32). Jesus does this, for sure, but He also shows us who we are: “Christ, the final Adam, by the revelation of the mystery of the Father and His love, fully reveals man to man himself and makes his supreme calling clear” (Pastoral Constitution on the Church in the Modern World Gaudium et Spes, 22).

Christ shows man who he ought to be. This is because Jesus both reveals the mystery of the Father (in His divinity) and reveals the heights that man can attain when unified with God (in His humanity). Jesus is, in Himself, the state which we all long for: holiness, that is, total union with God, the perfection of unimpeded contact between humanity and divinity. 

Because of this, Jesus shows us that we truly can be holy. It is possible for a human to be united to the Godhead. We are destined by adoption to be what He is by nature. And this is the basis for the “supreme calling” that Gaudium et Spes speaks about: we are called to holiness, no matter who we are.

Maybe we’ve seen the bumper sticker “WWJD” or the phrase “What would Jesus do?” It can seem trite. But there’s a great deal of merit in reflecting on this in a practical way, given the above context. Because Jesus Christ came as the union of God and man and invited us to follow Him and be perfect as our heavenly Father is perfect, He showed us that it is indeed possible to be one with God, and that the way to do that is precisely by following Him. In other words, if we want to know how to get to heaven, we should ask ourselves, “What would Jesus do?” or not only that, but “What did Jesus do?”

God has come to earth and entered our temporal history in Person to show us the path of holiness. When we read the Gospels and reflect on the life of Christ, we should understand that He empowers us to act as He did and does. We can and ought to really consider how He handled the situations He encountered, how He used His emotions, thoughts, ideas, words, actions, and virtues, so that we can act in the same way with His grace.

Contact the author


El que afirma que permanece en Cristo debe de vivir como él vivió” (1 Juan 2,6).

Durante la temporada navideña, tenemos la oportunidad de reflexionar sobre el misterio del Verbo hecho carne, mostrándonos quién es Dios verdaderamente. Como dice Zacarías “Luz que alumbra a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel” (Lucas 2:32). Jesús sí lo hace, sin duda, pero también nos muestra quiénes somos nosotros: “Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. (Constitución Pastoral Gaudium Et Spes Sobre la Iglesia en el Mundo Actual, 22).

Cristo muestra al hombre quién debe ser. Esto se debe a que Jesús revela el misterio del Padre (en Su divinidad) y revela las alturas que el hombre puede alcanzar cuando está unificado con Dios (en Su humanidad). Jesús es, en sí mismo, el estado que todos anhelamos: la santidad, es decir, la unión total con Dios, la perfección del contacto sin trabas entre la humanidad y la divinidad.

Por eso, Jesús nos muestra que verdaderamente podemos ser santos. Es posible que un ser humano se una a la Deidad. Estamos destinados por adopción a ser lo que Él es por su naturaleza. Y esta es la base de la “sublimidad de su vocación” de la que habla Gaudium et Spes: estamos llamados a la santidad, seamos quienes seamos.

Tal vez hemos visto una etiqueta con “WWJD” o la frase “What Would Jesus Do?” (¿Qué haría Jesús?) Puede parecer trillado. Pero hay mucho mérito en reflexionar sobre esto de una manera práctica, dado el contexto anterior. Porque Jesucristo vino como la unión de Dios y el hombre y nos invitó a seguirlo y ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto, nos mostró que sí es posible ser uno con Dios, y que la manera de hacerlo es precisamente siguiéndolo a Él. En otras palabras, si queremos saber cómo llegar al cielo, debemos preguntarnos, “¿Qué haría Jesús?” o no sólo eso, sino “¿Qué hizo Jesús?”

Dios ha venido a la tierra y ha entrado en nuestra historia temporal en Persona para mostrarnos el camino de la santidad. Cuando leemos los Evangelios y reflexionamos sobre la vida de Cristo, debemos entender que Él nos capacita para actuar como lo hizo y lo hace. Podemos y debemos realmente considerar cómo manejó las situaciones que encontró, cómo usó sus emociones, pensamientos, ideas, palabras, acciones y virtudes, para que podamos actuar de la misma manera con la ayuda de su gracia.

Comunicarse con el autor

David Dashiell is a freelance author and editor in Nashville, Tennessee. He has a master’s degree in theology from Franciscan University, and is the editor of the anthology Ever Ancient, Ever New: Why Younger Generations Are Embracing Traditional Catholicism.

Feature Image Credit: Antonius de María, cathopic.com/photo/590-road-of-the-disciples-of-emmaus

The Feast of the Holy Innocents / La Fiesta de los Santos Inocentes

Today we remember the Holy Innocents. I have read some commentaries in the past that they believed that only a handful of babies were actually killed. Then, others as many as 144,000. I don’t see that low number as being possible. Why? Because it was necessary to have large families due to the household workload. It wasn’t until after the Industrial Revolution that people started leaving the farms and moving to the cities to work in factories that families began to get smaller.

Who started this horrific event of murdering innocent children? It was Herod, who found out from the Magi that the Savior of the Jews had been born. He asked them, “Where was this to take place?” They told him Bethlehem. Herod was a very evil man. He gave the order to kill all the boys two years and younger in the country around Bethlehem. And they did. Very sad. Herod was threatened by a baby, a baby he didn’t even know. It was all hearsay that the Messiah had arrived. But his sources seemed to be credible so he reacted out of fear and hate and pride.

Has anything really changed in the last 2000 years? It has not! The slaughter of innocent children continues to this day. It is called abortion. Mother Teresa once said that abortion would be the scourge of America. That’s pretty strong language. It seems to be true. Our Supreme Court overturned Roe versus Wade and turned the power over to the states. Now, battlegrounds have formed in virtually every state in our country.

When I was on the Right to Life Board in Grand Rapids many years ago we were told that it was going to be a war of words. Listen carefully to those who believe that abortion is OK. They are masters at conjuring up words and sound bites that seem to say that abortion is OK. Some of you may be old enough to remember the bombshell that Life Magazine printed. It was pictures of babies in the womb. It was the first time that anyone was bold enough to show us when life starts. It wasn’t hard to tell that there were babies in there. Then, there was “The Silent Scream.” Remember that ultrasound? It was horrific! Again, it was explained away as though it really didn’t happen.

There will be an accounting for all this and I think we all know that. Jesus said, “Let the little children come to me”. Let’s do that! Then get on our knees for the times that we haven’t.

Serving With Joy!

Contact the author


Hoy recordamos a los Santos Inocentes. He leído algunos comentarios en el pasado que creían que solo unos cuantos bebés fueron asesinados y otros que dicen como 144,000. No veo muy factible que mataran a tan poquitos. ¿Por qué? Porque era necesario tener familias numerosas debido a la carga de trabajo del hogar. Recién después de la Revolución Industrial cuando la gente comenzó a dejar las granjas y mudarse a las ciudades para trabajar en las fábricas las familias comenzaron a tener menos hijos.

¿Quién comenzó este horrible evento de asesinar a niños inocentes? Fue Herodes, quien se enteró por los magos que había nacido el Salvador de los judíos. Él les preguntó: “¿Dónde iba a suceder esto?” Le dijeron en Belén. Herodes era un hombre muy malvado. Dio la orden de matar a todos los niños de dos años o menos en los alrededores de Belén. Y lo hicieron. Muy triste. Herodes sintió amenazado por un bebé, un bebé que ni siquiera conocía. Todo era rumor de que el Mesías había llegado. Pero sus fuentes parecían ser creíbles, por lo que reaccionó con miedo, odio y orgullo.

¿Mucho ha cambiado en los últimos 2000 años? La verdad que no. La masacre de niños inocentes continúa hasta el día de hoy. Se llama el aborto. La Madre Teresa dijo una vez que el aborto sería el flagelo de América. Son palabras fuertes pero parece ser cierto. La Corte Suprema anuló Roe versus Wade y entregó el poder a los estados. Ahora, se han formado campos de batalla en prácticamente todos los estados de nuestro país.

Cuando estuve en el Comité del Derecho a la Vida en Grand Rapids hace muchos años, nos dijeron que iba a ser una guerra de palabras. Escuche atentamente a quienes creen que el aborto está bien. Son maestros en evocar palabras y fragmentos de sonido que parecen decir que el aborto está bien. Algunos de ustedes pueden tener la edad suficiente para recordar la bomba que imprimió la Life Magazine. Eran fotos de bebés en el útero. Era la primera vez que alguien se atrevía a mostrarnos el inicio de la vida humana con imágenes. No era difícil descifrar que eran bebés. Luego salió “El Grito Silencioso”, un video de como el bebe reaccionaba durante un aborto. ¿Te acuerdas de esa ecografía? ¡Fue horrible! Y nuevamente, pusieron explicaciones de como realmente no había sucedido.

Habrá una rendición de cuentas de todo esto y creo que todos lo sabemos. Jesús dijo: “Deja a los niños venir a mí”. ¡Vamos a hacerlo también! Y luego nos ponemos de rodillas a pedir perdón por las veces que no lo hemos hecho.

¡Sirviendo Con Alegría!

Comunicarse con el autor

Deacon Dan Schneider is a retired general manager of industrial distributors. He and his wife Vicki have been married for over 50 years. They are the parents of eight children and thirty grandchildren. He has a degree in Family Life Education from Spring Arbor University. He was ordained a Permanent Deacon in 2002.  He has a passion for working with engaged and married couples and his main ministry has been preparing couples for marriage.

Featured Image Credit: Llyfrgell Genedlaethol Cymru / The National Library of Wales, unsplash.com/photos/H4ElFuIGQnQ