A Great Prophet / Un Gran Profeta

The readings today demonstrate acknowledgement of the works of our Lord, Jesus Christ. Each person is called to be a great prophet according to the personal spiritual gifts given to us by the Lord. It is our task to recognize and act upon what has been freely given to us within the greater community.

The Gospel takes place in Nain, a small town in lower Galilee where Jesus raises a young man from the dead. Even though the people had been scared by Jesus’ action they realized a miracle had happened and a great prophet was in their midst. They recognized the sacred among them.

There are three individuals who share this day in the Church calendar: it is the feast of St. Hildegard of Bingen, Virgin and Doctor of the Church (1098-1179), it is the day St. Francis of Assisi received the Stigmata (1224), and it is the feast day of St. Robert Bellarmine, Cardinal and Doctor of the Church (1542-1621).

St. Hildegard was a Benedictine abbess, a mystic, prolific author, visionary, poet, healer and herbalist, scribe, lyricist, illustrator, and composer who used her many gifts and talents to serve God and all she encountered in medieval Germany. Her written legacy continues to inspire the faithful to this day. Hildgard wrote of a vision, “‘With my mouth,’ God says, ‘I kiss my own chosen creation. I uniquely, lovingly, embrace every image I have made out of the earth’s clay. With a fiery spirit I transform it into a body to serve all the world.’”

St. Francis of Assisi was praying on the mountain in LaVerna when he had a vision of angels bearing the blessed crucifix of our Lord while experiencing an indescribable touch from God. He found himself blessed with the five wounds of Christ, which he bore on his body until his death in 1227. St. Francis modeled his life on the teachings of Jesus Christ, doing his best to live the Gospels.

St. Robert Bellarmine was born during the Reformation and dedicated his life to studying Sacred Scripture and the teachings of the Catholic Church. A professor, theologian and prolific author, St. Robert is known for speaking the truth. “There are many realities which do not change and which have their ultimate foundation in Christ, who is the same yesterday and today, yes, and forever.”

These three saints shared their gifts and talents as part of the body of Christ with their contemporaries. What is it that you are called to share with those in your life today, that others may recognize the sacredness of God in their midst?

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Las lecturas de hoy demuestran el reconocimiento de las obras de nuestro Señor Jesucristo. Cada persona está llamada a ser un gran profeta según los dones espirituales personales que nos ha dado el Señor. Es nuestra tarea reconocer y actuar sobre lo que se nos ha dado gratuitamente dentro de la comunidad en general.

El evangelio toma lugar en Naín, un pueblo pequeño del sur de Galilea donde Jesús resucita a un joven de entre los muertos. Aunque la gente había estado asustada por la acción de Jesús, se dieron cuenta de que había ocurrido un milagro y que un gran profeta estaba entre ellos. Reconocieron lo sagrado entre ellos.

Hay tres individuos que comparten este día en el calendario de la Iglesia: es la fiesta de Santa Hildegarda de Bingen, Virgen y Doctora de la Iglesia (1098-1179), es el día en que San Francisco de Asís recibió los Estigmas (1224 ), y es la fiesta de San Roberto Belarmino, Cardenal y Doctor de la Iglesia (1542-1621).

Santa Hildegarda fue una abadesa benedictina, una mística, autora prolífica, visionaria, poeta, curandera y herbolaria, escriba, letrista, ilustradora y compositora que utilizó sus muchos dones y talentos para servir a Dios y a todos los que encontró en la Alemania medieval. Su legado escrito continúa inspirando a los fieles hasta el día de hoy. Hildegarda escribió sobre una visión: “’Con mi boca’, dice Dios, ‘beso mi propia creación elegida. Abrazo de manera única y amorosa cada imagen que he hecho con la arcilla de la tierra. Con espíritu de fuego lo transformo en un cuerpo para servir a todo el mundo.’”

San Francisco de Asís estaba orando en la montaña de LaVerna cuando tuvo una visión de ángeles llevando el crucifijo bendito de nuestro Señor mientras experimentaba un toque indescriptible de Dios. Se encontró bendecido con las cinco llagas de Cristo, que llevó en su cuerpo hasta su muerte en 1227. San Francisco modeló su vida según las enseñanzas de Jesucristo, haciendo todo lo posible por vivir los Evangelios.

San Roberto Belarmino nació durante la Reforma y dedicó su vida al estudio de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia Católica. Profesor, teólogo y autor prolífico, San Roberto es conocido por decir la verdad. “Hay muchas realidades que no cambian y que tienen su fundamento último en Cristo, que es el mismo ayer y hoy, y sí, para siempre”.

Estos tres santos compartieron sus dones y talentos como parte del cuerpo de Cristo con sus contemporáneos. ¿Qué es lo que estás llamado a compartir con quienes están en tu vida hoy, para que otros puedan reconocer lo sagrado de Dios entre ellos?

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There’s No Time Like the Present / No Hay Mejor Momento que el Presente

It’s the last Saturday of August, the unofficial end of the summer season and Labor Day weekend. Where did the time go? I haven’t finished the projects or spent time with the people I hoped to catch up with like I had intended. But, whether I like it or not, summer has passed and I must continue doing what God asks of me in the here and now.

Today’s Scriptures focus on the concept of living in the present, and knowing the difference between wisdom and foolishness. These Bible passages have escaped my understanding for a long time. It is only through daily lived experiences that I have begun to grasp what is held in Paul’s teaching in First Corinthians about no human being boasting before God and Jesus’ parable of the servants and the talents.

My closest companions know that I work better with a firm deadline; for the most part. I say this tongue in cheek as I continue to mull on bits and pieces of the appointed task leading up to the date. Then, in a flurry and in a hurry, I accomplish it by the grace of God and the help of my guardian angel. Friends also tell me that would drive them nuts, continuing to put tasks aside. I’m a work in progress and not as bad as I used to be. God willing, I will continue to mature, one thing or project at a time, and with a whole lot less multi-tasking. 

The parable of talents in today’s Gospel isn’t necessarily one of my favorites. When I was younger, the master’s responses to his servants seemed quite harsh to me even though I learned Aesop’s fables and enjoyed ‘A Bug’s Life’. There are so many situations where a choice is made to kick the can down the road, and not to prepare for the next day, event, season or generation.

O gracious God, help me to take care of what needs to be done in the moment. Give me the energy to prepare for the things that will happen in my lifetime. I know I need to breathe, drink, eat, vote and at some point, die. Grant me the courage, insight and wisdom to act on what You would have me do as your ears, eyes, hands and voice in this world. Amen.

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Es el último sábado de agosto, el final de la temporada de verano y el fin de semana del Día de los Trabajadores. ¿Dónde se fue el tiempo? No terminé los proyectos ni pasé tiempo con las personas con las que esperaba ponerme al día como tenía previsto. Pero, me guste o no, el verano ya pasó y debo seguir haciendo lo que Dios me pide en el aquí y ahora.

Las Escrituras de hoy se centran en el concepto de vivir en el presente y en conocer la diferencia entre la sabiduría y la necedad. No he entendido estos pasajes de la Biblia durante mucho tiempo. Sólo a través de las experiencias vividas diariamente he comenzado a comprender lo que quiere decir la enseñanza de Pablo en la Primera Carta a los Corintios acerca de que ningún ser humano debe jactarse ante Dios y la parábola de Jesús sobre los siervos y los talentos.

Mis compañeros más cercanos saben que trabajo mejor con una fecha límite; en la mayoría de los casos. Digo esto en broma mientras sigo reflexionando sobre pedacitos de la tarea asignada antes de la fecha. Luego, rápida y apresuradamente, lo logro terminar, por la gracia de Dios y la ayuda de mi ángel de la guarda. Los amigos también me dicen que eso los volvería locos el seguir dejando de lado las tareas. Soy un trabajo en elaboración y no tan mala como era antes. Si Dios quiere, seguiré madurando, una cosa o proyecto a la vez, y con muchas menos tareas múltiples.

La parábola de los talentos en el Evangelio de hoy no es necesariamente una de mis favoritas. Cuando era más joven, las respuestas del amo a sus sirvientes me parecían bastante duras a pesar de que aprendí las fábulas de Esopo y disfruté de ‘La vida de un bicho’. Hay tantas situaciones en las que se toma la decisión para sobrevivir el momento y no prepararse para el día, evento, temporada o generación siguiente.

Oh Dios misericordioso, ayúdame a ocuparme de lo que hay que hacer en este momento. Dame la energía para prepararme para las cosas que sucederán en mi vida. Sé que necesito respirar, beber, comer, votar y, en algún momento, morir. Concédeme el coraje, la perspicacia y la sabiduría para actuar según lo que Tú quieres que haga como tus oídos, ojos, manos y voz en este mundo. Amén.

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Eat, Child / A Comer, mi Hijo

There are two themes in the readings today that caught my eye: to eat and children. As a parent, auntie, uncle, grandparent or child care provider, you know what it’s like to feed little ones: a lot of trial and error, small bites, smacking of lips, using hands to explore and get accustomed to smells, tastes, and textures. Modeling of eating and sharing of food also takes place. There is a back and forth, give and take of food and relationship. Trust and bonding is woven throughout the eating process.

So it is with the passages in today’s Scriptures. In the first reading God tells Ezekiel to open his mouth to eat what He will give him. Ezekiel did so and it was as sweet as honey in his mouth. He was then instructed to speak the words of the Lord God to others. I sometimes struggle to remember that I too am instructed to speak the words of the Lord to others.  I forget that I must listen, reflect, check for understanding, and share with those around me.

The disciples seemed to have similar experiences when trying to learn from Jesus, their Master. Jesus had to physically put a child in their midst to show them what He meant. Whoever becomes like a humble child is the greatest in the Kingdom of Heaven. 

I receive the Word of God by listening to it at Mass or reading Scripture. I consume the Body and Blood of our Lord during the Eucharistic feast. It is my responsibility to unpack the wonder and meaning of this sacred meal. I need to digest and act on what the Father has shared with me.

Our Heavenly Father doesn’t want to lose one sheep – one person, or one child. Each individual is precious to Him. I have a responsibility to share His relationship with all as I go through my days. So eat, child, and share the Good News.

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Hay dos temas en las lecturas de hoy que me llamaron la atención: comer y los niños. Como padre, tía, tío, abuelo o cuidador infantil, sabes lo que es alimentar a los pequeños: es mucho intentar y equivocarse, tomar pequeños bocados, chasquear los labios, usar las manos para explorar y acostumbrarse a olores, sabores, y texturas. También modelamos como comer y compartir alimentos. Hay un ida y vuelta, un tomar y recibir de comida y relación. La confianza y la construcción de relaciones se tejen durante todo el proceso de la alimentación.

Lo mismo ocurre en los pasajes de las Escrituras de hoy. En la primera lectura Dios le dice a Ezequiel que abra la boca para comer lo que Él le dará. Ezequiel lo hizo y fue dulce como la miel en su boca. Luego se le ordenó hablar las palabras del Señor Dios a otros. A veces me cuesta recordar que yo también soy instruida a hablar las palabras del Señor a los demás. Me olvido que debo escuchar, reflexionar, comprobar la comprensión y compartir con quienes me rodean.

Los discípulos parecieron tener experiencias semejantes cuando intentaron aprender de Jesús, su Maestro. Jesús tuvo que poner físicamente a un niño entre ellos para mostrarles lo que quería decir. El que llega a ser como un niño humilde es el más grande en el Reino de los Cielos.

Recibo la Palabra de Dios escuchándola en Misa o leyendo las Escrituras. Consumo el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor durante la fiesta Eucarística. Es mi responsabilidad descubrir la maravilla y el significado de esta comida sagrada. Necesito digerir y actuar según lo que el Padre me ha compartido.

Nuestro Padre Celestial no quiere perder ni una sola oveja – una persona o un niño. Cada individuo es precioso para Él. Tengo la responsabilidad de compartir Su relación con todos a lo largo de mis días. Así que, a comer, mi hijo, y comparte la Buena Nueva.

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Planted in You / Arraigado en Ti

I’ve recently had some remodeling done in my home. My dwelling place is a sound structure. Built in the mid 70’s, wear and tear in the space turned into something that was potentially dangerous, damaging and costly. It became glaringly apparent that it was time to keep the good and get rid of things that stifled my life and wellbeing.

The parable in today’s Gospel is similar. Jesus compared heaven to the man who planted good seed and while all were asleep an evil man sowed weeds in his field. The servants noticed the weeds and asked if they should pull them up. The master said to leave them until the harvest so the good in the field didn’t get destroyed.  When it was time to harvest, they were to gather the weeds first for burning and save the good.

I knew I wasn’t going to strip my condo down to the studs and throw out everything I own. I’ve been fairly productive and many good things have happened during the years I’ve lived in my home. When I noticed bad situations arising, I adjusted in order to be fruitful, aware that a more permanent change would be needed soon. The Alleluia verse from James 1:21 illustrates these situations, “(Therefore, put away all filth and evil excess and) humbly welcome the word that has been planted in you and is able to save your souls.”

A field, a home, or a soul created with the divine seed is good and pleasing, rooted in love. I knew I had to get rid of the bad and non-productive parts of my life. I had to acknowledge there were things or habits that had to be removed both emotionally and physically. Doing so allowed me to grow in a way that was pleasing to the Divine Sower.

Lord, grant me eyes to see, ears to hear, and a mind to acknowledge and accept your Divine Word planted in me. Help me to continue on the path to heaven in your Divine Light. Amen.

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Recientemente hice algunas remodelaciones en mi casa. Mi hogar es una estructura sólida. Construido a mediados de los años 1970, el desgaste del espacio se convirtió en algo potencialmente peligroso, dañino y costoso. Se hizo evidente que era hora de conservar lo bueno y deshacerme de las cosas que asfixiaban mi vida y mi bienestar.

La parábola del Evangelio de hoy es semejante. Jesús comparó el cielo con el hombre que sembró buena semilla y mientras todos dormían, un hombre malo sembró cizaña en su campo. Los sirvientes notaron la cizaña y preguntaron si debían arrancarla. El maestro dijo que la dejaran hasta la cosecha para que lo bueno del campo no se destruyera. Cuando llegaba el momento de cosechar, primero debían recoger la cizaña para quemarla y guardar lo bueno.

Sabía que no iba a desmantelar mi condominio por completo y tirar todo lo que poseía a la basura. He sido bastante productiva y han sucedido muchas cosas buenas durante los años que he vivido en mi casa. Cuando noté que surgían situaciones malas, me adapté para ser fructífera, consciente de que pronto sería necesario un cambio más permanente. La aclamación antes del Evangelio de Santiago 1,21 ilustra estas situaciones: “(Por tanto, desechan toda inmundicia y exceso de maldad y) acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos.”

Un campo, un hogar o un alma creados con la semilla divina son buenos y agradables, arraigados en el amor. Sabía que tenía que deshacerme de las partes malas y no productivas de mi vida. Tuve que reconocer que había cosas o hábitos que debían eliminarse tanto emocional como físicamente. Hacerlo me permitió crecer de una manera que agradaba al Divino Sembrador.

Señor, concédeme ojos para ver, oídos para oír y mente para reconocer y aceptar tu Divina Palabra plantada en mí. Ayúdame a seguir el camino hacia el cielo en tu Luz Divina. Amén.

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Feature Image Credit: Paula Brustur, unsplash.com/photos/green-potted-plant-ngzjG6ZhoDw

Allowing the Holy Spirit to Guide Us / Permitir Que el Espíritu Santo Nos Guíe

Navigating the world and daily life is so very challenging. The pairing of today’s Scriptures is equally so: sheep and wolves, serpents and doves, the path of the just being straight while sinners stumble. The wise and the prudent understand these obstacles and traps. Contemplating and sifting through this imagery is hard. Being able to make a good choice or say the right thing in the moment is even more challenging.

Thank goodness you are not alone at any time or circumstance. God is always with you. The word of the Lord is written on your heart. Your ears hear His words every time you go to Mass. Your eyes absorb God’s words through the divinely inspired Bible and writings of the Magisterium of the Church. 

I take comfort in the words Matthew recorded of Jesus’ teaching, “When they hand you over, do not worry about how you are to speak or what you are to say. You will be given in that moment what to say…. the Spirit of your Father speaking through you.” 

My problem is being humble in the moment, allowing grace from the Spirit to flow through me. I must become small, literally get out of the way (letting go of a “know it all” attitude, being a bully, judgment, pettiness, anger and hurt) to speak of the truth at the core of the situation.

St. Veronica (of the veil) is celebrated this day. She showed tremendous courage and compassion to step through the crowd. Her action suggests the Holy Spirit led her to offer comfort to Jesus. Lord, may I be inspired to use my voice and words to bring truth and respect into the world. Amen.

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Navegar por el mundo y la vida diaria es un gran reto. La combinación de las Escrituras de hoy es igualmente difícil: ovejas y lobos, serpientes y palomas, el camino de los justos es recto mientras que los pecadores tropiezan. Los sabios y prudentes comprenden estos obstáculos y trampas. Contemplar y evaluar estas imágenes es difícil. Ser capaz de tomar una buena decisión o decir lo correcto en el momento es aún más difícil.

Gracias a Dios, no estás solo en ningún momento ni circunstancia. Dios siempre está contigo. La palabra del Señor está escrita en tu corazón. Tus oídos escuchan Sus palabras cada vez que vas a Misa. Tus ojos absorben las palabras de Dios a través de la Biblia y los escritos del Magisterio de la Iglesia divinamente inspirados.

Me consuelan las palabras que Mateo documentó sobre la enseñanza de Jesús: “Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.

Mi problema es ser humilde en el momento, permitiendo que la gracia del Espíritu fluya a través de mí. Debo volverme pequeño, literalmente apartarme del camino (dejar de lado una actitud de “sabelotodo”, intimidación, juzgar, mezquindad, enojo y dolor) para hablar la verdad que se encuentra en el corazón de la situación.

Hoy celebramos a Santa Verónica (del velo). Ella mostró un tremendo valor y compasión al pasar entre la multitud. Su acción sugiere que el Espíritu Santo la llevó a ofrecer consuelo a Jesús. Señor, inspírame a utilizar mi voz y mis palabras para traer verdad y respeto al mundo. Amén.

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Being Tested / Puesto a Prueba

Question: What is the first thing that comes to mind when you hear the word, “Testing”? Testing happens in many circumstances and in numerous ways, not just in school or the doctor’s office. The readings today speak about this concept. 

In the first reading, the phrase “beloved…be on your guard not to be led into…error,” really stands out. I can be led into error as soon as the alarm goes off each morning! If I open up my smart device and start scrolling through email, social media or any number of things that take time away from my routine, there is a domino effect on my day. A choice is made constantly, out of habit or judgment, to stay on the path of The Way in all circumstances. Does my selection keep me off the slippery slope of temptation or lead me to regret or sin?

Jesus knew the Pharisees and Herodians hearts and minds concerning a question of paying census tax to Caesar. “Why are you testing me?”, He replied. Perhaps Jesus was tempted to be demeaning, sarcastic, or dodge the question. He did not answer with an omission and half truth, but chose to answer them directly and in a manner of truthful fact.

There is some really interesting reading in the Catechism of the Church. This Gospel passage is quoted directly. (see CCC 2242). There is quite a lot to think about in this chapter concerning living life as a Christian in society. I can see how easily I can be caught off guard and trapped in my words. I have to remember that the other is a divinely made person to be treated with respect, as Jesus did with those who were trying to test and entrap Him in His words and deeds.

Lord Jesus, open my ears, heart, and mind to follow Your will in my life. Guardian Angel, give me the guidance, patience and strength to make better choices throughout my day. Help me to stop the sarcasm or biting words that can put down or wound others when I act or speak. I pray to grow in grace and knowledge of You and The Way. Amen.

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Pregunta: ¿Qué es lo primero que le viene a la mente cuando escucha la palabra “Prueba”? Las pruebas se realizan en muchas circunstancias y de numerosas maneras, no sólo en la escuela o el consultorio del médico. Las lecturas de hoy hablan de este concepto.

En la primera lectura, realmente destaca la frase “queridos hermanos…vivan en guardia para que no los arrastre el error”. ¡Puedo caer en el error tan pronto como suena la alarma cada mañana! Si abro mi teléfono y empiezo a revisar el correo electrónico, las redes sociales o cualquier cantidad de cosas que me quitan tiempo de mi rutina, hay un efecto dominó en mi día. Constantemente se toma la decisión, por costumbre o por criterio, de permanecer en el sendero del Camino Verdadero en todas las circunstancias. ¿Mi decisión me mantiene alejado de la pendiente resbaladiza de la tentación o me lleva al arrepentimiento o al pecado?

Jesús conocía los corazones y las mentes de los fariseos y herodianos con respecto a la cuestión del pago de los impuestos del censo al César. “¿Por qué me ponen una trampa?”, respondió. Quizás Jesús estuvo tentado a ser degradante, sarcástico o eludir la pregunta. No respondió con omisiones y verdades a medias, sino que optó por responderlas directamente y de manera veraz.

Hay una lectura realmente interesante en el Catecismo de la Iglesia. Este pasaje del Evangelio se cita directamente. (ver CIC 2242). Hay mucho en qué pensar en este capítulo acerca de vivir la vida como cristiano en la sociedad. Puedo ver con qué facilidad me quedo con la guardia baja y atrapada en mis palabras. Debo recordar que el otro es una persona divinamente hecha a quién se debe tratar con respeto, como lo hizo Jesús con aquellos que intentaban probarlo y atraparlo en sus palabras y hechos.

Señor Jesús, abre mis oídos, mi corazón y mi mente para seguir Tu voluntad en mi vida. Ángel de la guarda, dame la guía, la paciencia y la fuerza para tomar mejores decisiones a lo largo de mi día. Ayúdame a detener el sarcasmo o las palabras mordaces que pueden humillar o herir a otros cuando actúo o hablo. Te pido que me ayudes a crecer en gracia y conocimiento de Ti y del Camino Verdadero. Amén.

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Feature Image Credit: Caleb Woods,  unsplash.com/photos/girl-covering-her-face-with-both-hands-VZILDYoqn_U

We are Gifts / Somos Regalos

There is great depth in today’s readings. I had to read and take to prayer both passages many times during my preparation for this reflection. It is a gift to spend time with the Bible. Every reading of these Sacred Scriptures finds me at a different time in my life experiences as well as the happenings in the world.

In the first reading, Paul was brought before the whole Sanhedrin, which consists of Sadducees and Pharisees. A Pharisee himself, as his father was before him, Paul addressed the group, “ I am on trial for hope in the resurrection of the dead.” His statement caused an uproar amongst the membership due to the fact that Sadducees believed that there was no resurrection, angels or spirits and Pharisees acknowledged all three of these things.

The commander of the guard noticed how serious the situation was and had Paul rescued from the midst of the compound by his troops. Paul was saved from this situation so he could speak the truth of Jesus’ resurrection and love throughout Rome, as the Lord asked him to.

The Gospel contains a phrase that really caught my attention. Jesus prayed with his eyes lifted to heaven: “they are your gift to me.” (Jn 17:24)  Wait, what did I just read? It has never occurred to me that we are a gift from the heavenly Father to Jesus.

Wow. We are a gift to spread the love of the Lord throughout the world as His disciples. We are to do this through the words, witness and message of Jesus Christ. Every person is a gift created in the image of God. We know this because Jesus refers to his disciples as brothers and sisters.

The gifts of the Holy Spirit are intensified in each person who receives the sacraments of the Catholic Church. Every time I receive the sacrament of Reconciliation or Eucharist it is a gift from the Lord to nourish and sustain me to stay on the path of truth and light.

I look forward to the celebration of Pentecost this coming Sunday! Come Holy Spirit!

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Hay gran profundidad en las lecturas de hoy. Tuve que leer y orar ambos pasajes muchas veces durante mi preparación para esta reflexión. Es un regalo pasar tiempo con la Biblia. Cada vez que leo las Sagradas Escrituras me encuentro en un momento diferente de mi vida con todas sus experiencias, y los acontecimientos del mundo son diferentes también.

En la primera lectura, Pablo fue llevado ante todo el Sanedrín, compuesto por saduceos y fariseos. Pablo, que era fariseo, como lo fue su padre también, se dirigió al grupo: “me quieren juzgar porque espero la resurrección de los muertos”. Su declaración causó un gran revuelo entre los miembros debido al hecho de que los saduceos creían que no había ni resurrección, ni ángeles ni espíritus, y los fariseos reconocían estas tres cosas.

El comandante de la guardia se dio cuenta de la gravedad de la situación e hizo que sus tropas rescataran a Pablo del medio del recinto. Pablo fue salvado de esta situación para poder hablar la verdad de la resurrección y el amor de Jesús por toda Roma, como el Señor se lo pidió.

El Evangelio contiene una frase que realmente me llamó la atención. Jesús oró con los ojos elevados al cielo: “los que me has dado”, (Jn 17,24) en otras palabras, los que me has regalado. Un momento. ¿Qué acabo de leer? Nunca se me había ocurrido que somos un regalo del Padre celestial hacia Jesús.

¡Increíble! Somos un regalo para difundir el amor del Señor por todo el mundo como Sus discípulos. Debemos hacer esto a través de las palabras, el testimonio y el mensaje de Jesucristo. Cada persona es un don creado a imagen de Dios. Sabemos esto porque Jesús se refiere a sus discípulos como hermanos y hermanas.

Los dones del Espíritu Santo se intensifican en cada persona que recibe los sacramentos de la Iglesia Católica. Cada vez que recibo el sacramento de la Reconciliación o la Eucaristía es un regalo del Señor para nutrirme y sostenerme para permanecer en el camino de la verdad y la luz.

¡Espero con ansias la celebración de Pentecostés el próximo domingo! ¡Ven, Espíritu Santo!

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Feature Image Credit: Carlos Daniel, cathopic.com/photo/10898-bread-fraction

Rejoice!! / ¡¡Alégrate!!

As Catholic Christians we celebrate several weeks of Easter joy with readings from the Acts of the Apostles. The first reading today brings the joy of Jesus’ resurrection to the forefront. A Pharisee, very respected in the Sanhedrin, Rabbi Gamaliel, and Paul the apostle’s teacher, strongly cautions the Sanhedrin. He tells the gathered supreme leaders of the Jewish faith and court system, “So now I tell you, have nothing to do with these men, and let them go. For if this endeavor or this activity is of human origin, it will destroy itself. But if it comes from God, you will not be able to destroy them; you may even find yourselves fighting against God.” 

Gamaliel was known for seeking the truth and justice in Scripture and the matters that came before the Sanhedrin. He recommended a wise path forward with Jesus of Nazareth’s apostles.
The apostles were flogged and ordered to stop teaching about the Way of Christ. They rejoiced at their release. The apostles continued to proclaim and spread the Good News they learned from Jesus.

In the Gospel, Jesus healed many people as well as miraculously fed a multitude from five loaves of bread and two fish. What an amazing day! Can you imagine experiencing a healing yourself or seeing someone else transformed and then literally being fed by miraculous means. Praise God!

Jesus exemplified compassionate care to all which was very counter cultural at the time. The ability to see into the hearts and minds, the needs of the other in every circumstance, this is the unconditional love of the Lord. Jesus pays that love forward with each healing and miracle. This causes my heart to sing and rejoice!

Let us rejoice together in the healing and saving power of Christ Jesus. Rejoice! Alleluia!

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Como cristianos católicos celebramos varias semanas de alegría pascual con lecturas de los Hechos de los Apóstoles. La primera lectura de hoy pone en primer plano el gozo de la resurrección de Jesús. Un fariseo, muy respetado en el Sanedrín, el Rabino Gamaliel y maestro del apóstol Pablo, advierte fuertemente al Sanedrín. Les dice a los líderes supremos reunidos de la fe judía y del sistema judicial: “En el caso presente, yo les aconsejo que no se metan con esos hombres; suéltenlos. Porque si lo que se proponen y están haciendo es de origen humano, se acabará por sí mismo. Pero si es cosa de Dios, no podrán ustedes deshacerlo. No se expongan a luchar contra Dios”.

Gamaliel era conocido por buscar la verdad y la justicia en las Escrituras y en los asuntos que se presentaban ante el Sanedrín. Recomendó un camino sabio a seguir con los apóstoles de Jesús de Nazaret. Los apóstoles fueron azotados y se les ordenó que dejaran de enseñar sobre el Camino de Cristo. Se regocijaron por su liberación. Los apóstoles continuaron proclamando y difundiendo la Buena Nueva que aprendieron de Jesús.

En el Evangelio, Jesús sanó a muchas personas y alimentó milagrosamente a una multitud con cinco panes y dos peces. ¡Qué día tan maravilloso! ¿Te imaginas experimentar una sanación tú mismo o ver a alguien más transformado y luego, literalmente, ser alimentado por medios milagrosos? ¡Alabado sea el Señor!

Jesús fue un ejemplo de cuidado compasivo para todos, lo cual era muy contracultural en ese momento. La capacidad de ver dentro de los corazones y las mentes, las necesidades del otro en cada circunstancia, este es el amor incondicional del Señor. Jesús devuelve ese amor con cada curación y milagro. ¡Esto hace que mi corazón cante y se regocije!

Regocijémonos juntos en el poder sanador y salvador de Cristo Jesús. ¡Alégrate! ¡Aleluya!

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Reflect and Repent / Reflexionar y Arrepentirse

On Sunday, Lent will end and Holy Week will begin. I will use this day to reflect on the things I did and failed to do during these last six weeks of preparation for the Passion of Jesus Christ, my Lord and Savior. It’s time to ask myself, have I been successful in keeping my focus on Him through prayer, repentance and personal sacrifice during this Lenten journey?

The verse before the Gospel states: “Your words, Lord, are Spirit and life; you have the words of everlasting life.” Have I listened to God’s Word with attention and an open heart this Lent? Have I examined my conscience and gone to confession to help prepare for the upcoming Holy Week? 

Am I ready to endure with Him who sacrificed everything for me and for all throughout time? Have I been forgiving? Am I merciful? Do I strive to leave a positive footprint in the world? Is my compassion increasing in this world? Am I loving others as God asks me to?

O Lord, as this most sacred week of the year approaches, grant me a renewed spirit and a new heart. I strive to be available to You and your will in my life. Amen.

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Este domingo se acaba la Cuaresma y comienza la Semana Santa. Voy a utilizar este día para reflexionar sobre las cosas que hice y dejé de hacer durante estas últimas seis semanas de preparación para la Pasión de Jesucristo, mi Señor y Salvador. Es hora de preguntarme: ¿he logrado mantener mi enfoque en Él a través de la oración, el arrepentimiento y el sacrificio personal durante esta Cuaresma?

El versículo anterior al Evangelio dice: “Tus palabras, Señor, son espíritu y vida. Tú tienes palabras de vida eterna.” ¿He escuchado la Palabra de Dios con atención y con el corazón abierto en esta Cuaresma? ¿He examinado mi conciencia y me he confesado para ayudar a prepararme para la Semana Santa?

¿Estoy dispuesto a perseverar con Aquel que sacrificó todo por mí y por todos a lo largo de los tiempos? ¿He perdonado? ¿Soy misericordioso? ¿Me esfuerzo por dejar una huella positiva en el mundo? ¿Está aumentando la compasión en este mundo por mi esfuerzo? ¿Estoy amando a los demás como Dios me pide?

Oh Señor, al acercarse esta semana tan sagrada, concédeme un espíritu renovado y un corazón nuevo. Me esfuerzo por estar disponible para Ti y tu voluntad en mi vida. Amén.

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Beth Price is part of the customer care team at Diocesan. She is a Secular Franciscan (OFS) and a practicing spiritual director. Beth shares smiles, prayers, laughter, a listening ear and her heart with all of creation. Reach her here bprice@diocesan.com.

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Forgiveness / Perdón

There are many situations and certain days that require me to take a moment to STOP. Seriously and mindfully, just literally stop, take a moment to breathe, open my heart (aka: close my mouth or bite my tongue) and pray. Why? Because when I don’t, I have been known to be inattentive, sarcastic, whiney, or have closed my heart to another person.

The readings today stress that a contrite heart and humble spirit are necessary to forgive our brothers and sisters in each and every instance. The Lord has forgiveness available in abundance for us. The Catechism of the Catholic Church teaches us about the Apostle’s Creed, which “…associates faith in the forgiveness of sins not only with faith in the Holy Spirit, but also with faith in the Church and in the communion of saints. It was when he gave the Holy Spirit to his apostles that the risen Christ conferred on them his own divine power to forgive sins: ‘Receive the Holy Spirit. If you forgive the sins of any, they are forgiven; if you retain the sins of any, they are retained.’”(CCC 976)

If I withhold forgiveness, which has been freely given to me, how can I refuse to forgive others? I say I am Christian, so does choosing not to forgive make me a hypocrite? Yes! I am called to forgive, as today’s Gospel points out, more than seventy seven times. I have to forgive my brothers and sisters from my heart as my gracious and merciful Lord God has done with me.

When I harden my heart because of an old hurt, injustice, or transgression, the beam in my eye, heart and mind holds me back from fully receiving the gracious mercies of Christ Jesus, my Savior. The Catechism states: “There is no one, however wicked and guilty, who may not confidently hope for forgiveness, provided his repentance is honest. Christ who died for all men desires that in his Church the gates of forgiveness should always be open to anyone who turns away from sin.” (CCC# 982)

I am the one who has to let go of my pettiness and pride. I need God’s healing grace in my actions, heart, mind and soul. Lord, grant me the will and courage to get over myself and let you forgive and heal every part of me through your infinite mercies. Amen.

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Hay muchas situaciones y ciertos días que requieren que me tome un momento para PARAR. En serio y atentamente, simplemente me detengo literalmente, tomo un momento para respirar, abro mi corazón (también conocido como: cerrar la boca o morderme la lengua) y rezo. ¿Por qué? Porque cuando no lo hago, suelo ser distraída, sarcástica, quejosa o que le he cerrado el corazón a otra persona.

Las lecturas de hoy enfatizan que un corazón contrito y un espíritu humilde son necesarios para perdonar a nuestros hermanos en todos y cada uno de los casos. El Señor tiene perdón disponible en abundancia para nosotros. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña sobre el Credo de los Apóstoles, que “…vincula la fe en el perdón de los pecados a la fe en el Espíritu Santo, pero también a la fe en la Iglesia y en la comunión de los santos. Al dar el Espíritu Santo a su Apóstoles, Cristo resucitado les confirió su propio poder divino de perdonar los pecados: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.’” (CIC 976)

Si retengo el perdón que me ha sido otorgado gratuitamente, ¿cómo puedo negarme a perdonar a los demás? Si digo que soy cristiana, ¿elegir no perdonar me convierte en una hipócrita? ¡Sí! Estoy llamada a perdonar, como señala el Evangelio de hoy, más de setenta y siete veces. Tengo que perdonar a mis hermanos de corazón, como mi bondadoso y misericordioso Señor Dios ha hecho conmigo.

Cuando endurezco mi corazón debido a una vieja herida, injusticia o transgresión, la viga en mis ojos, corazón y mente me impide recibir plenamente las generosas misericordias de Cristo Jesús, mi Salvador. El Catecismo afirma: “‘No hay nadie, tan perverso y tan culpable que, si verdaderamente está arrepentido de sus pecados, no pueda contar con la esperanza cierta de perdón’ Cristo, que ha muerto por todos los hombres, quiere que, en su Iglesia, estén siempre abiertas las puertas del perdón a cualquiera que vuelva del pecado.” (CCC# 982)

Soy yo quien tiene que dejar de lado mi mezquindad y mi orgullo. Necesito la gracia sanadora de Dios en mis acciones, corazón, mente y alma. Señor, concédeme la voluntad y el valor para superarme y dejarte perdonar y sanar cada parte de mí a través de tus infinitas misericordias. Amén.

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Deny Yourself / Negar a Ti Mismo

Lent has begun. It’s time to focus on prayer, almsgiving and fasting. My prayer and fasting this year will focus on the Apostolic Exhortation of Pope Francis, ‘Laudate Deum’.

The seventy three paragraphs contain many thought provoking layers concerning the care of creation and our world today. Personally, I will try to identify what is keeping me from seeing God’s love in every aspect of creation including my role in taking care of it here on Earth.

This task will take longer than Lent to work on, much like peeling an onion. There are many layers to go through to get the center of an onion and residual odor often lingers. This usually means it’s time to check to see if the situation has been resolved. My fasting will be to let go of old habits and ways of doing things that affect how I deal with others, all created by God’s love, be that individuals, communities, or any aspect of the world.
 
The readings today speak of being aware of God’s voice, listening for blessing (life) or curse (death). The Gospel Acclamation calls us to repent. The reading from Luke tells us to deny ourselves, take up our cross daily and follow Him. I have to remind myself this applies to everything I read, watch, hear, and choose to act or not act upon.

Denying yourself is making a conscious choice to put the other first. In #67 of Laudate Deum, Pope Francis states: “The Judaeo-Christian vision of the cosmos defends the unique and central value of the human being amid the marvelous concert of all God’s creatures….To recognize, in other words, that human life is incomprehensible and unsustainable without other creatures. For ‘as part of the universe… all of us are linked by unseen bonds and together form a kind of universal family, a sublime communion which fills us with a sacred, affectionate and humble respect’”. 

In Laudate Deum #69, Pope Francis also wrote: “I ask everyone to accompany this pilgrimage of reconciliation with the world that is our home and to help make it more beautiful, because that commitment has to do with our personal dignity and highest values. At the same time, I cannot deny that it is necessary to be honest and recognize that the most effective solutions will not come from individual efforts alone, but above all from major political decisions on the national and international level.” 

Let us pray and act together to recognize, repent and begin in earnest to make the changes necessary to help heal our world. Pray for guidance as to what intentional actions are to be made in our personal lives, our communities and our society. We can and will make a difference because of our actions and prayers. It is as the psalmist proclaims today, “Blessed are they who hope in the Lord!” Amen.

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La Cuaresma ha comenzado. Es hora de centrarse en la oración, la limosna y el ayuno. Mi oración y ayuno este año se centrarán en la Exhortación Apostólica del Papa Francisco, ‘Laudate Deum’.

Los setenta y tres párrafos contienen muchas capas que invitan a la reflexión sobre el cuidado de la creación y nuestro mundo actual. Personalmente, intentaré identificar lo qué me impide ver el amor de Dios en cada aspecto de la creación, incluido mi papel en cuidarla aquí en la Tierra.

Esta tarea llevará más tiempo que la Cuaresma, como pelar una cebolla. Hay que pasar por muchas capas para llegar al centro de una cebolla y el olor residual a menudo persiste. Por lo general, esto significa que es hora de comprobar si la situación se ha resuelto. Mi ayuno será dejar de lado los viejos hábitos y formas de hacer las cosas que afectan mi forma de tratar a los demás, todos creados por el amor de Dios, ya sean individuos, comunidades o cualquier aspecto del mundo.

Las lecturas de hoy hablan de ser conscientes de la voz de Dios, escuchar la bendición (vida) o la maldición (muerte). La Aclamación antes del Evangelio nos llama al arrepentimiento. La lectura de Lucas nos dice que nos neguemos a nosotros mismos, que tomemos nuestra cruz cada día y lo sigamos. Tengo que recordarme a mí mismo que esto se aplica a todo lo que leo, veo, escucho y elijo hacer o no hacer.

Negarse a uno mismo es tomar una decisión consciente de poner al otro en primer lugar. En el número 67 de Laudate Deum, el Papa Francisco afirma: “La cosmovisión judeocristiana defiende el valor peculiar y central del ser humano en medio del concierto maravilloso de todos los seres… Es decir, reconocer que la vida humana es incomprensible e insostenible sin las demás criaturas, porque «todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, una sublime comunión que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde”.

En Laudate Deum #69, el Papa Francisco también escribió: “Invito a cada uno a acompañar este camino de reconciliación con el mundo que nos alberga, y a embellecerlo con el propio aporte, porque ese empeño propio tiene que ver con la dignidad personal y con los grandes valores. Sin embargo, no puedo negar que es necesario ser sinceros y reconocer que las soluciones más efectivas no vendrán sólo de esfuerzos individuales sino ante todo de las grandes decisiones en la política nacional e internacional, sino sobre todo de decisiones políticas importantes a nivel nacional e internacional”.

Oremos y actuemos juntos para reconocer, arrepentirnos y comenzar en serio a hacer los cambios necesarios para ayudar a sanar nuestro mundo. Pidamos orientación para saber cuáles acciones intencionales se deben realizar en nuestra vida personal, nuestras comunidades y nuestra sociedad. Podemos y haremos una diferencia gracias a nuestras acciones y oraciones. Es como proclama hoy el salmista: “¡Dichoso el hombre que confía en el Señor!” Amén.

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Ephphatha! Be Opened! / ¡Effetá! ¡Abre!

The saint of the day fits with the theme of today’s readings. The Gospel Acclamation is: “Open our hearts O Lord, to listen to the words of your Son.” When I do not open my heart, I am not intentionally listening for the words of God. The psalmist tells us that when the Lord’s people do not hear His voice, He gave them to the hardness of their hearts. I do not want to get caught in this trap! I want to hear the voice of God in His word.

The Gospel records a deaf man with a speech impediment who was healed when Jesus touched his ears and tongue after spitting, groaning and saying, “Ephphatha!”. After the healing, Jesus ordered those present not to tell anyone about the miracle that had just happened. When something exciting happens, I know I have a very hard time not sharing that excitement with others, and I’m sure those present did too.

St. Apollonia, a deaconess of the Church in Alexandria during the mid third century, would have certainly shared the word of the Lord and Jesus’ teaching with those she encountered. St. Apollonia, whose feast is celebrated today, was captured and tortured because she did not renounce her faith. During the beating, all Apollonia’s teeth were broken to keep her from speaking the Truth and the Way. It is recorded that her captives built and lit a pyre.  Apollonia leapt into the flames to stay faithful to her Lord and Savior, Jesus Christ. She was consumed by flames and died a martyr. St. Apollonia is the patron saint of dentists and people with dental issues or problems of the mouth.

St. Apollonia, faithful servant of our Lord, intercede for me. Guide me to have the courage to speak the Truth and Way of Jesus in my family and community. Help me secure the grace and courage needed to bring the faith into the situations I experience in my daily life.  Amen.

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El santo del día encaja con el tema de las lecturas de hoy. La Aclamación del Evangelio es: “Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo”. Cuando no abro mi corazón, no estoy escuchando intencionalmente las palabras de Dios. El salmista nos dice que cuando el pueblo del Señor no escucha Su voz, los entregaba a la dureza de sus corazones. ¡No quiero quedar atrapada en esta trampa! Quiero escuchar la voz de Dios en Su palabra.

El Evangelio registra a un hombre sordo con impedimento del habla que fue sanado cuando Jesús le tocó los oídos y la lengua después de escupir, gemir y decir: “¡Effetá!” Después de la curación, Jesús ordenó a los presentes que no contaran a nadie sobre el milagro que acababa de ocurrir. Cuando sucede algo emocionante, sé que me resulta muy difícil no compartir ese entusiasmo con los demás, y estoy seguro de que los presentes también lo hicieron.

Santa Apolonia, diaconisa de la Iglesia en Alejandría a mediados del siglo III, ciertamente habría compartido la palabra del Señor y las enseñanzas de Jesús con aquellos con quienes se encontraba. Santa Apolonia, cuya fiesta se celebra hoy, fue capturada y torturada por no haber renunciado a su fe. Durante la golpiza, a Apolonia le rompieron todos los dientes para impedirle hablar de Dios. Se registra que sus cautivos construyeron y encendieron una pira. Apolonia saltó a las llamas para mantenerse fiel a su Señor y Salvador, Jesucristo. Fue consumida por las llamas y murió mártir. Santa Apolonia es la patrona de los dentistas y de las personas con problemas dentales o bucales.

Santa Apolonia, fiel sierva de nuestro Señor, intercede por mí. Guíame para tener el valor de hablar la Verdad y el Camino de Jesús en mi familia y comunidad. Ayúdame a obtener la gracia y la valentía necesarias para llevar la fe a las situaciones que experimento en mi vida diaria. Amén.

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