Today’s Responsorial Psalm says, “Blessed are you who fear the LORD, who walk in his ways! For you shall eat the fruit of your handiwork; Blessed shall you be, and favored.”
For many of us, at least at some point in our lives, trusting in God can be very difficult. Life is hard, and inexplicable things happen that make us wonder if God is with us and loves us. But I assure you, He is both with you, and He loves you more than you will ever know.
When we feel that we’re lacking trust, we need only look at the examples of the saints. St. Peregrine is a great example of someone who inspires us and helps us to trust in God.
When Peregrine was just a teenager, he joined the anti-papists and led a group of rebels who protested the pope and his authority, even taking part in violent protests. During one of these protests, Peregrine threw a rock and hit a priest named Philip Benizi in the head. At once, Peregrine felt remorse. He bent down to help the priest, asking for forgiveness.
From that day forward, Peregrine was a changed man and eventually became a priest who had a special affinity for the poor and the sick. Several years later, Peregrine noticed a cancerous growth on his right foot. The pain became unbearable, and he suffered greatly. Doctors had no recourse but to suggest amputation.
The night before the surgery, Peregrine prayed fervently. When he finally fell asleep, he dreamed that Christ got down off the cross and touched his foot, completely healing it. When he woke up, he found that his foot had, indeed, been healed.
We can learn so much from St. Peregrine about suffering and about trust in God. Suffering is something we all go through. But it’s not something we have to go through alone. God is always there with us, as are the saints. They understand our pain, our anguish, our sadness, and our frustration.
Trust in God is vital when we’re suffering. We know that, whether our suffering is mental, physical, or emotional, trusting in God’s love and mercy will help us derive good from it.
How do we do this?
We can unite our suffering to Christ’s on the cross. We can offer them up for other people or for those suffering in Purgatory. In doing so, we help alleviate the pain someone else feels. We help others grow closer to God. Or we help a poor soul in Purgatory get a step closer to heaven. Knowing that we have helped someone, we begin to see suffering in a different way. We begin to enjoy making good come from the bad.
These are important concepts for us all to understand. So let us pray for God’s help and for the intercession of saints like Peregrine who understood how to trust in God.
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El Salmo Responsorial de hoy dice: “Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de tu trabajo, será dichoso, le irá bien.”
Para muchos de nosotros, al menos en algún momento de nuestras vidas, confiar en Dios puede ser muy difícil. La vida es dura y suceden cosas inexplicables que nos hacen preguntarnos si Dios está con nosotros y nos ama. Pero te aseguro que está contigo y te ama más de lo que jamás sabrás.
Cuando sentimos que nos falta confianza, solo tenemos que mirar los ejemplos de los santos. San Peregrino es un gran ejemplo de alguien que nos inspira y nos ayuda a confiar en Dios.
Cuando Peregrino era tan solo un adolescente, se unió a los antipapistas y guió un grupo de rebeldes que protestaron contra el Papa y su autoridad, incluso participando en protestas violentas. Durante una de estas protestas, Peregrine arrojó una piedra y golpeó en la cabeza a un sacerdote llamado Philip Benizi. De inmediato, Peregrine sintió remordimiento. Se inclinó para ayudar al sacerdote, pidiéndole perdón.
A partir de ese día, Peregrine fue un hombre diferente y eventualmente se convirtió en un sacerdote que tenía una afinidad especial por los pobres y los enfermos. Varios años después, Peregrine notó un crecimiento canceroso en su pie derecho. El dolor se volvió insoportable y sufrió mucho. Los médicos no vieron otro remedio que la amputación.
La noche anterior a la cirugía, Peregrino oró fervientemente. Cuando finalmente se durmió, soñó que Cristo se bajaba de la cruz y tocaba su pie, curándolo por completo. Cuando despertó, descubrió que su pie, en efecto, había sido sanado.
Podemos aprender mucho de San Peregrino sobre el sufrimiento y la confianza en Dios. Todos pasamos por el sufrimiento pero no tenemos que pasarlo solos. Dios siempre está ahí con nosotros, al igual que los santos. Entienden nuestro dolor, nuestra angustia, nuestra tristeza y nuestra frustración.
La confianza en Dios es esencial cuando estamos sufriendo. Sabemos que, aunque nuestro sufrimiento sea mental, físico o emocional, confiar en el amor y la misericordia de Dios nos ayudará a sacar provecho de ello.
Cómo hacemos esto?
Podemos unir nuestro sufrimiento al de Cristo en la cruz. Podemos ofrecerlo por otras personas o por los que sufren en el Purgatorio. Al hacerlo, ayudamos a aliviar el dolor que siente otra persona. Ayudamos a otros a acercarse más a Dios. O ayudamos a una pobre alma en el Purgatorio a avanzar un paso más hacia al cielo. Al saber que hemos ayudado a alguien, empezamos a ver el sufrimiento de otra forma. Empezamos a disfrutar hacer el bien surgir del mal.
Son conceptos importantes que todos debemos entender. Así que oremos por la ayuda de Dios y por la intercesión de los santos como Peregrino que supo confiar plenamente en Dios.
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