Known by Name / Conocido por Nombre

Do you remember a time when your name was uttered and you felt pure joy?

Maybe it was a friend across the street. Maybe it was someone you ran into out and about. Maybe it was a family member you picked up at the airport. I can recall several of these times in my life, usually family and friends I had not seen in what seemed like forever, and it was a joyous reunion, complete with hugs and tears. 

I felt incredible joy when my name was said from across the road, across the store, or across the airport terminal. I was known, seen, and loved. Time seemed to stop in those moments. 

When I read today’s Gospel, my mind was immediately transported to when Mary Magdalene is at the tomb weeping and doesn’t recognize Jesus. She only recognizes Him when He utters her name. 

Oh, to hear that name! What joy Mary Magdalene must have known realizing Jesus was alive as he called her name. Nothing in my lifetime will ever compare to her joy. The only time I’ll experience what Mary Magdalene did at the tomb is when I step foot into Heaven and he says “Mary” to me. 

Because Jesus knows who we are, we can begin to see Him clearly. We know who we are when we are rooted in Christ, and who He calls us to be, and we begin to understand the depths of the love with which He calls us. 

Today, as we celebrate the Tuesday within the Octave of Easter, let us continue celebrating knowing that Christ has conquered sin and death. Let us go forth confident in the knowledge that Our Savior has intimate knowledge of each of us and longs for our love. Let us strive to return that love to Jesus, however imperfect, so that we might know Perfect Love in Heaven. And let us resolve to love Him more and more every day, so that, like Mary, we will know Who is calling us by name.

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¿Te acuerdas de algún momento cuando alguien pronunció tu nombre y sentiste pura alegría?

Quizás fue un amigo al otro lado de la calle. Tal vez fue alguien con quien te topaste. Quizás fue un familiar que recogiste del aeropuerto. Me acuerdo de varios de estos momentos en mi vida, generalmente familiares y amigos que no había visto en mucho tiempo, y fue una reunión alegre, completa con abrazos y lágrimas.

Sentí una alegría increíble cuando mi nombre fue pronunciado al otro lado de la calle, al otro lado de la tienda o al otro lado de la terminal del aeropuerto. Fui conocida, vista y amada. El tiempo pareció detenerse en esos momentos.

Cuando leí el Evangelio de hoy, mi mente se trasladó inmediatamente al pasaje donde María Magdalena está en la tumba llorando y no reconoció a Jesús. Ella sólo lo reconoció cuando pronunció su nombre.

¡Oh, a escuchar ese nombre! Qué alegría debió haber sentido María Magdalena al darse cuenta de que Jesús estaba vivo cuando la llamó por su nombre. Nada en mi vida podrá compararse jamás con la alegría de ella. La única vez que experimentaré lo que María Magdalena experimentó en la tumba es cuando ponga un pie en el Cielo y él me diga “Mary”.

Debido a que Jesús sabe quiénes somos, podemos comenzar a verlo claramente. Cuando sabemos quiénes somos, arraigados en Cristo y quién nos llama a ser, comenzamos a conocer las profundidades del amor de Quien nos llama.

Hoy, mientras celebramos el martes dentro de la Octava de Pascua, sigamos celebrando sabiendo que Cristo ha vencido el pecado y la muerte. Avancemos confiados en el conocimiento de que Nuestro Salvador tiene un conocimiento íntimo de cada uno de nosotros y anhela nuestro amor. Esforcémonos por devolver ese amor a Jesús, por más imperfecto que sea, para que podamos conocer el Amor Perfecto en el Cielo. Y propongámonos amarlo cada día más, para que, como María, sepamos quién nos llama por nuestro nombre.

Comunicarse con la autora

Mary Thissen is a St. Louis native living in East Central Illinois with her husband and children. She is blessed with twin boys Earthside and four children now living in Heaven. When she is not working as a healthcare data analyst or caring for her boys, she enjoys studying and writing about the Catholic faith and ministering to women who are suffering through miscarriage or infertility. You can connect with Mary on Instagram @waitingonmiracles. 

Feature Image Credit: PoloX Hernandez, unsplash.com/photos/woman-in-brown-jacket-walking-near-green-tree-yfRlkHm0FPk