Encouragement at Work in the World / La Motivación Obrando en el Mundo

It’s great to see some results for the work you put in. 

For example, if you are trying to get to a healthier weight, it’s quite rewarding to know that your efforts to improve diet and increase exercise are working. If you’re trying to make a certain grade in school and get the “A”, it’s rewarding to know you put the work in to study and know the material. If you ace a presentation at work and are rewarded with a hard-earned raise, it’s great to know that the hours you put in were worth it. 

In today’s Gospel, Jesus commands the Apostles to proclaim the Gospel to the whole world and to baptize new followers of Christ. Then Jesus gives an outline for how to know it’s being done correctly: demons will be cast out in his name, and many will be healed. If their hands fall upon a serpent or a poison, it won’t kill them. 

Jesus knew the work of spreading the Gospel would be difficult. He knew it would cost all the Apostles, except John, their lives, and while some are still asked to give up their life for the sake of the Gospel today, it’s much fewer and far between, especially in the developed world. Still, the world finds plenty of ways for us to “pay” for spreading the Gospel: the loss of job and professional prospects, political persecution, loss of freedom of speech in some countries. 

We know we are doing good things for the Kingdom of God, even when persecuted, but it’s still great to experience those “mountaintop” events in which we have confirmation we are doing great things for God. For example, when someone new joins the RCIA program, a child receives First Holy Communion, or someone surrenders their life to God after horrific pain. 

As humans, we often need some encouragement to keep going. Jesus laid it all out for us, and even today, we still see not-quite-as-literal signs taking place. How are you spreading the Gospel? What signs do you see even today that God is still at work in the world? Let’s carry Jesus’ Great Commission forward, and be encouraged by the signs that God is at work even in a world of wars, famine, pain and sorrow. 

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Es fantástico ver algunos resultados de un trabajo realizado.

Por ejemplo, si estás intentando alcanzar un peso más saludable, es muy gratificante saber que tus esfuerzos por mejorar la dieta y aumentar el ejercicio están funcionando. Si estás tratando de obtener una determinada calificación en la escuela y obtener una “A”, es gratificante saber que te esfuerzas por estudiar y conoces el material. Si realizas una presentación excelente en el trabajo y eres recompensado con un aumento por haber hecho tanto esfuerzo, es fantástico saber que las horas que dedicaste valieron la pena.

En el Evangelio de hoy, Jesús manda a los Apóstoles a proclamar el Evangelio al mundo entero y bautizar a nuevos seguidores de Cristo. Luego Jesús da un esquema de cómo saber que se está haciendo correctamente: los demonios serán expulsados en su nombre y muchos serán sanados. Si sus manos caen sobre una serpiente o un veneno, no los matará.

Jesús sabía que la obra de difundir el Evangelio sería difícil. Sabía que les costaría la vida a todos los Apóstoles, menos a Juan, y aunque a algunos todavía se les pide que entreguen su vida por el Evangelio hoy, es mucho menos común, especialmente en el mundo desarrollado. Aun así, el mundo encuentra muchas maneras de “pagar” por la difusión del Evangelio: la pérdida de empleo y perspectivas profesionales, la persecución política, la pérdida de la libertad de expresión en algunos países.

Sabemos que estamos haciendo cosas buenas para el Reino de Dios, incluso cuando somos perseguidos, pero aún así es maravilloso experimentar esos eventos excepcionales en los que tenemos la confirmación de que estamos haciendo grandes cosas para Dios. Por ejemplo, cuando alguien nuevo se une al programa RICA, un niño recibe la Primera Comunión o alguien entrega su vida a Dios después de un dolor terrible.

Como seres humanos, a menudo necesitamos un poco de motivación para seguir adelante. Jesús nos lo explicó todo, e incluso hoy en día todavía vemos señales que no son tan literales. ¿Cómo estás difundiendo el Evangelio? ¿Qué señales ves hoy en día de que Dios todavía está obrando en el mundo? Llevemos adelante la Gran Comisión de Jesús y seamos animados por las señales de que Dios está obrando incluso en un mundo de guerras, hambruna, dolor y tristeza.

Comunicarse con la autora

Mary Thissen is a St. Louis native living in East Central Illinois with her husband and children. She is blessed with twin boys Earthside and four children now living in Heaven. When she is not working as a healthcare data analyst or caring for her boys, she enjoys studying and writing about the Catholic faith and ministering to women who are suffering through miscarriage or infertility. You can connect with Mary on Instagram @waitingonmiracles. 

Feature Image Credit: Ave Calvar, unsplash.com/photos/person-holding-babys-hand-JNwba6cv4e0