Look Into The Heart / Mirar Dentro del Corazón

“Not as man sees does God see, because man sees the appearance but the LORD looks into the heart.” Have you ever read this and wondered, ‘God, what about all of David’s sins around the adultery with Bathsheba even though he had so many wives already, the murder of her husband, neglect of his sons – one of whom would feel so betrayed that he would start a rebelion and civil war, only to name a few of the more serious and recorded ones?’ I have. I have also realized that seeing people, myself included, through a lens of success, regardless if it’s worldly or moral accomplishment, is one more way that humanity sees only the appearance of others. God, however, saw past this appearance of failure in David and claimed that this man was indeed a man after his own heart. 

Does this mean that David’s sins are not that important? David’s personal justification is between God and David. We have the witness in the Scriptures of David’s desire for reform, unity, and mercy and his sins as a warning. In other words, we have a witness that even if we fall hard in sin, God’s mercy is there if we humbly return. We cannot absolve the sins in our own lives any more than the blind man in the Gospel could heal himself so that he could see.

The Pharisees and towns folk could not believe that the man who was born blind was healed by Jesus or that he was even the same man at all. Many did not believe that the man who could now see was the same man that used to beg. They judged by a perceived appearance of moral failure displayed by the man’s blindness and made up their minds that God could not or would not heal any person like that. The chaos and frustration that followed the miracle of this blind man finally being able to see points to a deeper desire that God has for His children throughout all of salvation history – He wants us to see each individual as He sees their hearts. This is indicated by Jesus’s Response to the Pharisees. “Some of the Pharisees who were with him heard this and said to him, ‘Surely we are not also blind, are we?’ Jesus said to them, ‘If you were blind, you would have no sin; but now you are saying, ‘We see,’ so your sin remains.’” 

Even though we can do nothing on our own to find healing, it still has to start with us. We must admit we are blind and need to see. If we don’t, we will see God’s work as chaos, it will trip us up and we will not be able to believe or recognize the miracles around us. If we do not, then we will look a lot like the disbelieving Pharisees and neighbors of the man who could see clearly. May Jesus recreate our eyes to see as God sees, think more and more like Him, and act more and more like Him. God bless.

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“Yo no juzgo como juzga el hombre. El hombre se fija en las apariencias, pero el Señor se fija en los corazones”. Alguna vez has leido esto y preguntado, ‘Dios, que pasa con todos los pecados de David con su adultero con Bathsheba, a pesar de que ya tenía muchas esposas, el asesinato de su esposo, el abandono de sus hijos, uno de los cuales se sentiría tan traicionado que comenzaría una rebelión y una guerra civil, solo para nombrar algunos de los pecados más serios y registrados. También me he dado cuenta de que ver a las personas, incluyendo a mí mismo, a través de lentes del éxito, sin importar si se trata de un logro mundano o moral, es una forma más en que la humanidad ve solo la apariencia de los demás. Sin embargo, Dios vio más allá de esta apariencia de fracaso en David y afirmó que este hombre era de hecho un hombre conforme a su propio corazón.

¿Significa esto que los pecados de David no son tan importantes? La justificación personal de David es entre Dios y David. Tenemos el testimonio en las Escrituras del deseo de reforma, unidad y misericordia de David y sus pecados como una advertencia. En otras palabras, tenemos un testimonio de que incluso si caemos fuertemente en el pecado, la misericordia de Dios está allí si volvemos humildemente. No podemos absolver los pecados en nuestras propias vidas más de lo que el ciego del Evangelio podría curarse a sí mismo para poder ver.

Los fariseos y la gente de los pueblos no podían creer que el hombre que nació ciego fue sanado por Jesús o que era el mismo hombre. Muchos no creían que el hombre que ahora podía ver era el mismo hombre que antes mendigaba. Juzgaron por una apariencia percibida de fracaso moral mostrada por la ceguera del hombre y decidieron que Dios no podía o no sanaría a ninguna persona así. El caos y la frustración que siguieron al milagro de que este hombre ciego finalmente pudiera ver apunta a un deseo más profundo que Dios tiene para Sus hijos a lo largo de toda la historia de la salvación: Él quiere que veamos a cada individuo como Él ve sus corazones. Así lo indica la respuesta de Jesús a los fariseos. “Al oír esto, algunos fariseos que estaban con él le preguntaron: “¿Entonces también nosotros estamos ciegos?” Jesús les contestó: “Si estuvieran ciegos, no tendrían pecado; pero como dicen que ven, siguen en su pecado”.

Aunque no podemos hacer nada por nuestra cuenta para encontrar la curación, todavía tiene que empezar con nosotros. Debemos admitir que somos ciegos y necesitamos ver. Si no lo hacemos, veremos la obra de Dios como un caos, nos hará tropezar y no podremos creer ni reconocer los milagros que nos rodean. Si no lo hacemos, nos pareceremos mucho a los fariseos incrédulos y vecinos del hombre que podían ver claramente. Que Jesús renueva nuestros ojos para ver como Dios ve, pensar cada vez más como Él y actuar cada vez más como Él. Dios los bendiga.

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Featured Image Credit: Raphael Brasileiro, https://www.pexels.com/photo/grayscale-photo-of-an-eye-2558823/

Arthur Richardson is married to his wonderful wife, Gabby Richardson. Most of his work experience is in ministry. He was a retreat missionary in Wisconsin for two years and a youth minister for three years. He is now the Web Project Manager here at Diocesan, and loves it!