Today’s reading from Isaiah begins with the word “comfort.” Isaiah is reassuring God’s people, who are returning from exile, of God’s faithfulness to them. The people are dispirited. They had lost hope and confidence in God.
But Isaiah promises them a new beginning where God will unite all people. Even the Earth, with valleys being filled and rugged land transformed into plains, will manifest God’s glory. The people are told to share in this joyous message, to be a herald of good news.
We will be celebrating the birth of Christ in a few weeks, which will mark a new beginning for all of us. This reading reminds us that God initiates new beginnings, but they cannot happen without us responding to them. We must be open to God’s grace and let go of everything that stands in the way of our openness to God’s coming.
Sometimes it can be difficult to open our hearts to God’s call. Like the people in Isaiah, we can lose hope in God due to life’s struggles. Yet the reading from Isaiah and the Gospel from Matthew remind us of God’s unending love for us. He cares for us as a shepherd cares for his flock, comforting and protecting us. That is good news!
During this Advent season, let us be sharers of God’s message of comfort and heralds of Christ’s coming.
La lectura de hoy de Isaías empieza con la palabra “consuelen”. Isaías está tranquilizando al pueblo de Dios, que está regresando del exilio, acerca de la fidelidad de Dios hacia ellos. El pueblo está desanimado. Habían perdido la esperanza y la confianza en Dios.
Pero Isaías les promete un nuevo comienzo en el que Dios unirá a todos los pueblos. Incluso la Tierra, con valles que se rellenarán y terrenos escabrosos que se transformarán en llanuras, manifestará la gloria de Dios. Se le dice al pueblo que comparta este mensaje alegre, que sea un heraldo de la buena nueva.
En unas semanas celebraremos el nacimiento de Cristo, que marcará un nuevo comienzo para todos nosotros. Esta lectura nos recuerda que Dios inicia nuevos comienzos, pero no pueden suceder sin que respondamos a ellos. Debemos estar abiertos a la gracia de Dios y dejar de lado todo lo que se interponga en el camino de nuestra apertura a la venida de Dios.
A veces puede ser difícil abrir nuestros corazones al llamado de Dios. Al igual que el pueblo de Isaías, podemos perder la esperanza en Dios debido a las dificultades de la vida. Sin embargo, la lectura de Isaías y el Evangelio de Mateo nos recuerdan el amor infinito de Dios por nosotros. Él cuida de nosotros como un pastor cuida de su rebaño, consolándonos y protegiéndonos. ¡Esas son buenas noticias!
Durante este tiempo de Adviento, seamos partícipes del mensaje de consuelo de Dios y heraldos de la venida de Cristo.
Donna Weaver is a retired science writer who lives in Maryland with her husband, Mike. She is involved in her local parish, serving as a lector, sacristan, and member of the R.C.I.A. team. Her hobbies include reading, photography, and gardening.
Feature Image Credit: Gus Moretta, unsplash.com/photos/man-hugging-woman-near-trees-BCyfpZE3aVE