Mary is With Us / María Está con Nosotros

Happy New Year! 

Today, we celebrate motherhood. Specifically, we celebrate the Solemnity of the Blessed Virgin Mary, the Mother of God. The last few weeks have been filled with images of Mary’s motherhood in the depictions of the Nativity over Christmas. Many of us even had our own Nativity set up along with our Christmas decorations. But none of these come close to showing us the true Mother we are celebrating today.

As a young woman, Mary seemed so perfect to me I could not look to her as a model for holiness or womanhood. And since it was long before I was even thinking about motherhood, well, Mary seemed far too perfect for me. I did, however, rely on her to be my mother. Staring at the image of her on my bedroom wall, holding tightly onto rosary beads, I did not know how to pray when I woke up in the middle of the night or was filled with angst, the depths of which teenage girls have made legendary. I didn’t aspire to be like Mary, but I loved her. And I believed she loved me. 

And then I grew up. And my life changed. And now, when I read, “And Mary kept all these things,  
reflecting on them in her heart,” I catch a glimpse of what she has done for me. And you. And for the world. And I want to be like her, knowing full well I will never reach her perfection. It is possible for us to desire holiness, since we have been adopted by God. And if the Father has adopted us, Mary is certainly our Mother.

What can we learn from this woman who gave us Jesus? Patience, trust, love, caring for others, not needing her life to be all about her, and pointing others toward Jesus are all good places to start. This feast reminds us that Mary’s motherhood brought forth the Savior of the world because she cooperated with God.

If there is one lesson I want to learn from Mary, it is that one. To cooperate with God. Fully cooperate, give my YES with total trust that God has got this. Whatever ‘this’ is, if he brings me to it, he’ll bring me through it. 

Her trust was absolute. As we begin a new year, I ask you to consider choosing one of Mary’s qualities  that you want to emulate. Spend time praying about how you can be a bit more like Mary.

Contact the author


¡Feliz Año Nuevo!

Hoy celebramos la maternidad. En concreto, celebramos la Solemnidad de la María Santísima, Madre de Dios. Las últimas semanas han estado llenas de imágenes de la maternidad de María en las representaciones de la Natividad durante las Navidades. Muchos de nosotros incluso teníamos nuestro propio nacimiento junto con nuestras decoraciones navideñas. Pero ninguno de ellos realmente nos demuestra a la verdadera Madre que celebramos hoy.

Cuando era joven, María me parecía tan perfecta que no podía considerarla como un modelo de santidad o de feminidad. Y como pasó mucho tiempo antes de que siquiera pensara en la maternidad, bueno, Mary me parecía demasiado perfecta. Sin embargo, confié en que ella fuera mi madre. Mirando la imagen de ella en la pared de mi habitación, agarrando con fuerza el rosario, no sabía cómo rezar cuando me despertaba en medio de la noche o estaba llena de angustia, cuyas profundidades las adolescentes han hecho legendarias. No aspiraba a ser como María, pero la amaba. Y creí que ella me amaba también.

Luego crecí y mi vida cambió, y ahora, cuando leo: “María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón”, vislumbro lo que ella ha hecho por mí, y por ti y por el mundo, y quiero ser como ella, sabiendo muy bien que nunca alcanzaré su perfección. Es posible que deseemos la santidad, ya que hemos sido adoptados por Dios. Y si el Padre nos ha adoptado, María es ciertamente nuestra Madre.

¿Qué podemos aprender de esta mujer que nos dio a Jesús? La paciencia, la confianza, el amor, el cuidado de los demás, no necesitar que su vida se centre exclusivamente en ella misma y señalar a otros hacia Jesús son buenos lugares de inicio. Esta fiesta nos recuerda que la maternidad de María dio a luz al Salvador del mundo porque cooperó con Dios.

Si hay una lección que quiero aprender de María, es esa. Cooperar con Dios. Cooperar plenamente, dar mi SÍ con total confianza en que Dios tiene esto. Sea lo que sea “esto”, si él me lleva a ello, me ayudará a superarlo.

Su confianza era absoluta. Al comenzar un nuevo año, te pido que consideres elegir una de las cualidades de María que quieras emular. Dedica tiempo a orar sobre cómo puedes ser un poco más como María.

Comunicarse con la autora

Deanna G. Bartalini, M.Ed.; M.P.A., is a certified spiritual director, writer, speaker and content creator. The LiveNotLukewarm.com online community is a place to inform, engage and inspire your Catholic faith. Her weekly Not Lukewarm Podcast gives you tips and tools to live out your faith in your daily life.

Feature Image Credit: Matea Gregg, unsplash.com/photos/a-statue-of-the-virgin-mary-holding-a-baby-jesus-9evdemUkjJs