Ya estamos en la Semana Santa. Faltan pocos días para el Santo Triduo. Nuestros corazones y nuestras mentes se esfuercen por comprender emociones de tristeza y alegría a la vez. “¿Por qué Jesús tiene que morir?” “Para resucitar,” nos contestamos a nosotros mismos. “Pero, ¿por qué tienen que tratarlo con tanta crueldad?” “Porque eso es el resultado de nuestros pecados más graves,” seguimos con el monólogo. Y antes de que los pensamientos avancen un paso más, un tremendo sentimiento de gratitud llena nuestro ser. Nos sentimos tristeza y luego llenos de alegría porque la Semana Santa nos demuestra, como ninguna otra época del año, la profundidad del amor de Dios para con nosotros.
Un himno cristiano en inglés escrito por Chris Rice lo pinta preciosamente:
Pecador débil y herido
Perdido y dejado moribundo
Levanta tu cabeza porque el amor pase en frente tuyo
Ven a Jesús
Ven a Jesús
Ven a Jesús ¡y vive!
Ahora te ha aliviado tu carga
y lo ha dejado lejos
y su preciosa sangre ha borrado la mancha, así que
Canta a Jesús
Canta a Jesús
Canta a Jesús ¡y vive!
Y como un recién nacido
No tengas miedo de gatear
y acuérdate que cuando caminamos
A veces nos tropezamos, así que
Cae en Jesús
Cae en Jesús
Cae en Jesús ¡y vive!
A veces el camino es solitario
Es empinado y lleno de dolor
Y si tu cielo se oscurece y cae una fuerte lluvia,
Llora a Jesús
Llora a Jesús
Llora a Jesús ¡y vive!
Y cuando se derrama el amor
y la música llena la noche
Y cuando no puedes contener la alegría que sientes,
Baila por Jesús
Baila por Jesús
Baila por Jesús ¡y vive!
Y cuando con tu último latido
Te despides de este mundo
Vaya en paz y sonríe en la gloria, y
Vuela a Jesús
Vuela a Jesús
Vuela a Jesús ¡y vive!
Vuela a Jesús
Vuela a Jesús
Vuela a Jesús ¡y vive!
Mientras se va terminando la Cuaresma y viene llegando la Pascua, se trata de justamente eso: De ver el amor que pasa enfrente nuestro, de darnos cuenta que su preciosa sangre ha lavado nuestros pecados, de sentirlo aquí con nosotros cuando nos caemos, nos sentimos solos o adoloridos, de celebrar con Él cuándo estamos alegres y al final, vivir con Él por toda la eternidad.
Durante esta última semana de preparaciones para la Pascua, espero que puedas venir a Jesús, cantar a Jesús, caer en los brazos de Jesús, bailar con Jesús y volar a Jesús, nuestro amado Señor y Salvador.