Walking Closely with Christ / Caminando Cerca con Jesucristo

In today’s Gospel, we hear who Jesus named the Twelve Apostles. After calling them, they were surrounded by a great crowd of people. People from all of Judea and Jerusalem and the coastal region of Tyre and Sidon came to hear Jesus. “Everyone in the crowd sought to touch him because power came forth from him and healed them all.” In Scripture stories like this, I tend to picture what it would be like to be there, a part of the crowd. Witnessing people who have traveled miles upon miles, weeks upon weeks, to hear and touch Jesus. The eagerness of the crowd all trying to be healed by a simple touch of his cloak. Sometimes, I wonder if we are as eager as them. Are we eager to be that close to Jesus? Would we travel that far? Not by airplanes and ubers, but by foot? This spirit of eagerness is the spirit in which we continue to walk with Him, be rooted in Him, and built upon Him.

When I think back throughout my life with Jesus, I can look at faith and point out the ups and downs pretty easily. The moments of consolation and desolation, the waves of living one’s faith in our world today. Today’s reading suggested to me that I should take a deeper look, instead of just noticing the challenging times versus the easy. Where was I truly walking closely with Christ? Which moments and situations allowed me to root myself deeper in Him? What moments of grace were foundational in my faith life? Where did I build upon Him? I hope you take a moment to reflect on this. Reflect on where you (by the help of God’s grace) have already done this in your life! As we continue to walk with Him, root ourselves in Him, and build upon Him, let us remember the spirit of eagerness. The spirit of wanting to be close to Jesus, just like the crowd that traveled to see Him. In our day to day choices, we choose to draw nearer. Let today be a day of eagerness and reflection as we continue to walk with the Lord.


En el Evangelio de hoy, escuchamos a quién Jesús llamó a ser los Doce Apóstoles. Después de llamarlos, fueron rodeados por una gran multitud de personas. La gente de toda Judea y Jerusalén y la región costera de Tiro y Sidón vinieron a escuchar a Jesús. “Todos en la multitud buscaban tocarlo porque de él salía poder y los sanaba a todos”. En historias de las Escrituras como esta, tiendo a imaginar cómo sería estar allí, como parte de la multitud. Ser testigo de personas que han viajado millas y millas, semanas y semanas, para escuchar y tocar a Jesús. El afán de la multitud tratando de curarse con un simple toque de su manto. A veces, me pregunto si estamos tan ansiosos como ellos. ¿Estamos ansiosos por estar tan cerca de Jesús? ¿Viajaríamos tan lejos? ¿No en aviones y ubers, sino a pie? Este espíritu de afán es el espíritu en el que continuamos caminando con Él, estando arraigados en Él y edificados sobre Él.

Cuando pienso en mi vida con Jesús, puedo mirar la fe y señalar los altibajos con bastante facilidad. Los momentos de consolación y desolación, las olas de vivir la fe en nuestro mundo de hoy. La lectura de hoy me sugirió que debería mirar más profundamente, en lugar de solo notar los tiempos difíciles versus los fáciles. ¿Dónde estaba realmente caminando de cerca con Cristo? ¿Qué momentos y situaciones me permitieron enraizarme más profundamente en Él? ¿Qué momentos de gracia fueron fundamentales en mi vida de fe? ¿Dónde edifiqué sobre Él? Espero que se tomen un momento para reflexionar sobre este llamado. ¡Reflexione sobre dónde (con la ayuda de la gracia de Dios) ya ha hecho esto en su vida! A medida que continuamos caminando con Él, arraigándonos en Él y edificando sobre Él, recordemos el espíritu de anhelo. El espíritu de querer estar cerca de Jesús, como la multitud que viajaba para verlo. En nuestras decisiones diarias, escogemos acercarnos. Que hoy sea un día de anticipación y reflexión mientras seguimos caminando con el Señor.


This reflection was reposted from Diocesan archives. Author: Briana David