All It Takes Is One Step / Solo Hay Que Tomar un Paso Adelante

*** This reflection was reposted from Diocesan Archives. ***

“Be quiet! Come out of him!”

I am distracted. I wake up with notifications on my phone. Thoughts about work immediately rush into my head as I pour my coffee. A load of emails greet me as soon as my computer is turned on.

Every single person can relate to getting distracted. We live in the distraction age. Before we know it, even Daily Mass can become an empty habit. The rosary loses its luster, and we start it only to end it. Our minds glide freely as we bounce from one distraction to the next.

The reading today is a wake up call. What spirits or addictions have taken a hold of you? Today is the day you can make a step towards sainthood. It doesn’t have to be dramatic! I invite you to take one step in the direction of discipline. Just start with one:

  • No texting in bed
  • Jump out of bed as soon as you alarm goes off
  • No Netflix during the weekdays
  • No alcohol during the week
  • Delete the Facebook App off your phone

Once you’ve cleared your mind and opened up your schedule a bit, the next step is to fill it with something meaningful. One of the most powerful things you can do (I promise you you will hate it at first) is spend 15 minutes in silence in the morning. Instead of hitting snooze, sit on the couch and give God the most deliberate 15 minutes you’ve ever given him. Let him change you. Let him talk to you.

Once you’ve done that for a week or two, add in another thing.

  • Read the Daily Readings (the Holy Word of God) first thing when you wake up
  • Attend Daily Mass once a week
  • Pray an evening Rosary with your family
  • Increase your morning silent time to 30 minutes
  • Attend Adoration once a week
  • Read “The Art of Loving God” by St. Francis de Sales

Every day should be one step closer to our Lord. If we aren’t moving closer, we’re moving farther away. There is no “status quo.” The unclean spirits are always working on us, urging us towards complacency, towards sleep. We must urge each other towards holiness! Find a friend who will keep you accountable or ask your spouse to keep you honest in your efforts of purification. If we aren’t struggling in some way, chances are we’re not growing. It’s through prayer and suffering that we become Saints. We’re all in this together!


“Cállate y sal de ese hombre.”

Estoy distraído. Me despierto con notificaciones en mi teléfono. Los pensamientos sobre el trabajo se precipitan inmediatamente en mi cabeza mientras sirvo mi café. Una gran cantidad de correos electrónicos me saludan tan pronto como enciendo mi computadora.

Cada persona puede relacionarse con distraerse. Vivimos en la época de la distracción. Antes de que nos demos cuenta, incluso la misa diaria puede convertirse en un hábito vacío. El rosario pierde su brillo, y lo empezamos solo para terminarlo. Nuestras mentes se deslizan libremente mientras saltamos de una distracción a otra.

La lectura de hoy es una llamada de atención. ¿Qué espíritus o adicciones se han apoderado de ti? Hoy es el día en que puedes dar un paso hacia la santidad. ¡No tiene que ser dramático! Los invito a dar un paso en la dirección de la disciplina. Comienza con uno solo:

  • No enviar mensajes de texto en la cama
  • Saltar de la cama tan pronto como suene la alarma
  • No ver Netflix durante los días de semana
  • No tomar alcohol durante la semana
  • Eliminar la aplicación de Facebook de tu teléfono

Una vez que haya despejado su mente y haya abierto un poco su horario, el siguiente paso es llenarlo con algo significativo. Una de las cosas más poderosas que puedes hacer (lo más seguro es que al inicio no te va a gustar) es pasar 15 minutos en silencio por la mañana. En lugar de quedarte más tiempo en la cama, siéntate en el sofá y dale a Dios los 15 minutos más deliberados que jamás le hayas dado. Deja que te cambie. Deja que te hable. 

Una vez que hayas hecho eso durante una semana o dos, agrega otra cosa.

  • Lee las Lecturas Diarias (la Santa Palabra de Dios) al despertar
  • Asistir a misa una vez entre semana
  • Reza un Rosario vespertino con tu familia
  • Aumente su tiempo de silencio en la mañana a 30 minutos
  • Asistir a la Adoración una vez por semana
  • Leer “El arte de amar a Dios” de San Francisco de Sales

Cada día debe ser un paso más para acercarnos a nuestro Señor. Si no nos acercamos, nos alejamos. No hay un “statu quo”. Los espíritus inmundos siempre están obrando sobre nosotros, incitándonos a la complacencia, al sueño. ¡Debemos impulsarnos unos a otros hacia la santidad! Encuentre un amigo que lo haga responsable o pídale a su cónyuge que lo mantenga honesto en sus esfuerzos de purificación. Si no estamos luchando de alguna manera, es probable que no estemos creciendo. Es a través de la oración y el sufrimiento que nos convertimos en santos. ¡Estamos todos juntos en esto!

This reflection was reposted from Diocesan Archives. Author: Patrick Hanus

Feature Image Credit: Gonzalo Gutierrez, cathopic.com/photo/9085-trust-me