Christmas, or the Cross? / ¿La Navidad o la Cruz?

When we were first married, my husband had no idea what it meant when I said “maybe that’s your cross” while he was going through a hard time. I tried to explain it to him a few times, but it just didn’t seem to be sinking in. He wasn’t grasping the idea of redemptive suffering. 

Fast forward almost a decade and he found himself suffering many bodily ailments including chronic back pain and depression and now he is the one talking about his cross. He understands through personal experience what it means to bear the weight of difficulty. No matter how hard it is to accept the limitations his health issues cause him, it is his cross to bear, the one God allowed him to have and is helping him carry. 

Today, in the midst of the Advent season, we celebrate St. John of the Cross. It may be a bit hard for us to grasp as well. Why do we ponder such a somber reality just ten days before Christmas? We are all so excited that we feel rather swept away by the joy of the season, and here comes the Church to pop our balloon and bring us back down to reality. It is all for a very good reason. 

St. John shows us what it means to be a consistent and loyal follower of Christ. He wasn’t there to honor Jesus at His birth, but he was there at His side from the moment Christ called him, until the moment He took His last breath. St. John actually saw the cross of the Son of God. He witnessed it. He experienced it. He took it all in. He saw the drops of blood fall from Jesus’ brow and he noticed how weak his Lord was getting. He noticed how hard it was to take each breath as he hung on wood up on a hill. 

The example of St. John reminds us that although the coming Christmas season is one of great joy, our lives as Christians will also bring tough realities and many sorrows. And God calls us to continue following Him through it all.  We can be comforted on our journey with the words of today’s first reading: “Fear not, I will help you…I, the Lord will answer them, I…will not forsake them.”

So as we draw near to the end of our Advent journey, let us ask God for the grace to be His consistent and loyal followers, just like St. John was. And as always, we know we can count on Our Lady’s intercession as well. 

Contact the Author


Cuando recién nos casamos, mi esposo no tenía idea de lo que significaba cuando dije “tal vez esa es tu cruz” mientras estaba pasando por un momento difícil. Traté de explicárselo varias veces, pero parecía que no lo estaba asimilando. No estaba captando la idea del sufrimiento redentor.

Avance rápido casi una década y se encontró sufriendo muchas dolencias corporales, incluido dolor de espalda crónico y depresión, y ahora es él quien habla de su cruz. Entiende por experiencia personal lo que significa soportar el peso de la dificultad. Por más difícil que sea aceptar las limitaciones que le causan sus problemas de salud, es su cruz, la que Dios le permitió tener y le está ayudando a cargar.

Hoy, en pleno tiempo de Adviento, celebramos a San Juan de la Cruz. Puede ser un poco difícil de entender para nosotros también. ¿Por qué reflexionamos sobre una realidad tan sombría diez días antes de Navidad? Todos estamos tan emocionados que nos dejamos llevar por la alegría de la temporada, y luego viene la Iglesia para explotar el globo y volvernos a la realidad. Todo es por una muy buena razón.

San Juan nos demuestra lo que significa ser un seguidor constante y leal de Cristo. No estuvo presente para honrar a Jesús en Su nacimiento, pero estuvo a Su lado desde el momento en que Cristo lo llamó a seguirlo, hasta el momento en que tomó Su último respiro. San Juan vio la cruz del Hijo de Dios con sus propios ojos. Él fue testigo. Él lo experimentó. Lo asimiló todo. Vio las gotas de sangre caer de la frente de Jesús y notó cuán débil se estaba volviendo su Señor. Se dio cuenta de lo difícil que era tomar cada respiración mientras colgaba de la madera en lo alto de una colina.

El ejemplo de San Juan nos recuerda que aunque la Navidad por venir sea de gran alegría, nuestras vidas como cristianos también traerá realidades duras y muchos dolores. Y Dios nos llama a continuar siguiéndolo a través de todo. Podemos sentirnos consolados en nuestro camino con las palabras de la primera lectura de hoy: “No temas, yo te ayudaré… Yo, el Señor, les responderé, Yo… no los desampararé”.

Así que, mientras nos acercamos al final de nuestro camino de Adviento, pidamos a Dios la gracia de ser Sus seguidores constantes y leales, igual que San Juan. Y como siempre, sabemos que también podemos contar con la intercesión de la Santísima Virgen María.

Comunicarse con la autora

Feature Image Credit: Steve Hruza, unsplash.com/photos/tvJuBF8IRWE


Tami Urcia grew up in Western Michigan, a middle child in a large Catholic family. She spent early young adulthood as a missionary in Mexico, studying theology and philosophy, then worked and traveled extensively before finishing her Bachelor’s Degree in Western Kentucky. She loves tackling projects, finding fun ways to keep her little ones occupied, quiet conversation with the hubby and finding unique ways to love. She works full time, is a guest blogger on CatholicMom.com and BlessedIsShe.net, and has been doing Spanish translations on the side for over 20 years.