God Loves Me, We Can Each Say It / Dios Me Ama, Todos Lo Podemos Decir

God loves you. But I don’t feel God’s love.

God loves you. But how could God love me when I’ve messed up?

God loves you. But how can I know God loves me? Really know for certain?

God loves you. But how could God say he loves me when he didn’t help me when I most needed him?

Sound familiar?

God loves us and yet we are so fearful. So insecure. We insist God needs to prove his love to us beyond a shadow of a doubt. 

For many years, many more than I’d care to admit, I doubted God could love me. Why did he let me have a stroke at twenty-one? What about this weakness and that disordered attachment? How could he love me when I’m not all that I should be? How could God love me when I can’t even love myself? I’ve also listened to the hearts of others whispering their secret fear that they were ultimately unlovable or unloved by their Father in heaven.

When I was praying with today’s Gospel passage, I was overwhelmed with how Jesus loves us. Loves me. Pause right now and read this passage from the Gospel of John, replacing every “them” with your own name. Read it slowly. Read it several times. As you eavesdrop on Jesus’ prayer to his Father, listen to what he thinks about you. What he desires for you. What he feels for you. “I pray not only for Sr Kathryn, but also for those who will believe in me through her word….  And I have given her the glory you gave me, so that she may be one [with us], as we are one, I in Sr Kathryn and you in me,…that the world may know that you sent me, and that you loved her even as you loved me.” Father, she is your gift to me….

God loves me, we can each say it. We may not feel his love because our emotions are caught up and “bent out of shape” by the turmoil of our inner world and the situations in which we live. The Father’s love is deeper. He loves you so much that he has made you a gift to his Son Jesus.

In this passage from the Gospel of John, Jesus is praying about his apostles who had certainly messed up many times during their three years with him and were about to fail miserably as Jesus was arrested, put on trial, and crucified. Jesus knew these dear friends of his through and through. Yet Jesus prays to his Father with confidence that even as the Father loves his Son, so the Father loves them. He doesn’t say the Father loves them a little bit. Be certain that the Father loves you as he loves his own Son. 

This love of God for us exists, and in that we can put our trust more than in anything else in the world.

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Dios te ama. Pero no siento el amor de Dios.

Dios te ama. Pero, ¿cómo podría amarme cuando me he equivocado?

Dios te ama. Pero, ¿cómo puedo saber que Dios me ama, realmente saber con certeza?

Dios te ama. Pero, ¿cómo podría Dios decir que me ama cuando no me ayudó cuando más lo necesitaba?

¿Suena familiar?

Dios nos ama y, sin embargo, tenemos tanto miedo. Somos tan inseguros. Insistimos en que Dios tiene que probar su amor por nosotros sin sombra de duda.

Durante muchos años, muchos más de los que me gustaría admitir, dudé que Dios pudiera amarme. ¿Por qué me dejó tener un derrame cerebral a los veintiún años? ¿Qué pasa con esa debilidad y ese apego desordenado? ¿Cómo podría amarme cuando no soy todo lo que debería ser? ¿Cómo podría Dios amarme cuando ni siquiera puedo amarme a mí misma? También he escuchado los corazones de otros susurrando su temor secreto de que, en última instancia, su Padre celestial no los amaba.

Cuando estaba orando con el pasaje del Evangelio de hoy, me sentí abrumado por la forma en que Jesús nos ama. Me ama. Haga una pausa ahora mismo y lee este pasaje del Evangelio de Juan, reemplazando cada “ellos” con tu propio nombre. Léelo despacio. Léelo varias veces. Mientras escuchas la oración de Jesús a su Padre, escucha lo que piensa de ti. Lo que él desea para ti. Lo que él siente por ti. “Padre, no sólo te pido por [la Hna. Kathryn], sino también por los que van a creer en mí por la palabra de [ella], para que [ella] sea[] un[a], como tú, Padre, en mí y yo en [la Hna. Kathryn]… a fin de que [ella sea] uno en nosotros y el mundo crea que [la] has enviado…que [la] amas, como me amas a mí.” Padre, ella es tu regalo para mí….

Dios me ama, cada uno podemos decirlo. Es posible que no sintamos su amor porque nuestras emociones quedan atrapadas y “deformadas” por la agitación de nuestro mundo interior y las situaciones en las que vivimos. El amor del Padre es más profundo. Te ama tanto que te ha hecho un regalo a su Hijo Jesús.

En este pasaje del Evangelio de Juan, Jesús está orando por sus apóstoles que ciertamente se habían equivocado muchas veces durante sus tres años con él y estaban a punto de fallar miserablemente cuando Jesús fue arrestado, juzgado y crucificado. Jesús conocía a estos queridos amigos suyos de principio a fin. Sin embargo, Jesús ora a su Padre con la confianza de que así como el Padre ama a su Hijo, el Padre los ama a ellos. No dice que el Padre los ama un poco. Ten la seguridad de que el Padre te ama como ama a su propio Hijo.

Este amor de Dios por nosotros existe, y en eso podemos poner nuestra confianza más que en cualquier otra cosa en el mundo.

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Sr. Kathryn J. Hermes

Sr. Kathryn James Hermes, FSP, is an author and offers online evangelization as well as spiritual formation for people on their journey of spiritual transformation and inner healing. Website: www.touchingthesunrise.com My Books: https://touchingthesunrise.com/books/
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Feature Image Credit: Earth Minister Coke’lat “Brown” Commander, pexels.com/photo/man-standing-on-rocks-near-beach-during-golden-hour-786882/