Reading the genealogy of Jesus always felt tedious – like finding a dust filled box of old family photos in the attic and not feeling any connection. Until I listened to the Bible in a Year podcast with Fr. Mike Schmitz, I yawned through this reading each year. After getting through the whole Old Testament, I had an appreciation for those who came before Jesus. They were people like me, not just names.
Jesus was born into an imperfect family just like us. He probably had crazy uncles, strange aunts, and uncomfortable holiday dinners just like we do. In becoming one of us, God chose to come here in a family with all that that includes. The Old Testament is his family history and it gives us perspective on the present. We get clarity by seeing what came before us. It shows us how loving our God is. He doesn’t demand perfection and that’s great because none of us can achieve it.
I know my family has faults but he has entered in and done beautiful things in our hearts. I know that I am not worthy that he should enter under my roof, but he has, just as he has since the beginning of time, and for that I am grateful.
The Bible is the story of salvation and that story is still being written. Its cast of characters includes amazing and not-so-amazing people and Jesus’ family falls in there. It’s good to honor them by saying their names. It’s worth our time to read the story of all the people we heard about in today’s Gospel. It’s our story too.
Leer la genealogía de Jesús siempre me resultó tediosa, como encontrar una caja llena de polvo con fotos familiares antiguas en el ático y no sentir ninguna conexión. Hasta que escuché el podcast La Biblia en un Año con el Padre Mike Schmitz, bostezaba con esta lectura todos los años. Después de repasar todo el Antiguo Testamento, comencé a apreciar a quienes vinieron antes de Jesús. Eran personas como tú y yo, no solo nombres.
Jesús nació dentro de una familia imperfecta como la nuestra. Probablemente tuvo tíos locos, tías extrañas y cenas navideñas incómodas como las que tenemos nosotros. Al convertirse en uno de nosotros, Dios eligió venir a la tierra dentro de una familia con todo lo que eso incluye. El Antiguo Testamento es su historia familiar y nos da perspectiva sobre el presente. Obtenemos claridad al ver lo que vino antes de nosotros. Nos muestra cuán amoroso es nuestro Dios. Felizmente no exige la perfección porque ninguno de nosotros puede lograrla.
Sé que mi familia tiene fallas, pero Dios ha entrado y ha hecho cosas hermosas en nuestros corazones. Yo sé que no soy digna de que entre en mi casa, pero ha entrado, como siempre lo ha hecho, y por eso le estoy agradecida.
La Biblia es la historia de la salvación y esa historia todavía se está escribiendo. Su elenco de personajes incluye personas asombrosas y no tan asombrosas, y la familia de Jesús se encuentra entre ellas. Es bueno honrarlos diciendo sus nombres. Vale la pena dedicar el tiempo a leer la historia de todas las personas de las que escuchamos en el Evangelio de hoy, porque es nuestra historia también.
Merridith Frediani loves words and is delighted by good sentences. She also loves Lake Michigan, dahlias, the first sip of hot coffee in the morning, millennials, and playing Sheepshead with her husband and three kids. She writes for Catholic Mom, Diocesan.com, and her local Catholic Herald. Her first book Draw Close to Jesus: A Woman’s Guide to Adoration is available at Our Sunday Visitor and Amazon. You can learn more at merridithfrediani.com.
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