The Father’s Will is Eternal Life / La Voluntad del Padre es la Vida Eterna

What happens when we die? We like to think that we will go to Heaven, but how do we get there? Do we buy a ticket? Negotiate our way in? Strap on rocket boosters? Of course not! We know this, and yet we tend to think that our entry is somehow automatically guaranteed.

But only the absolutely pure can be admitted to the shadowless glory of Heaven, the infinite perfection of God’s loving embrace. Not a trace of sin or selfwardness or uncertainty can enter. We may be following God’s commandments and be reasonably assured that we won’t condemn ourselves to hell, but most of us don’t reach absolute purity and perfection here on earth. So the Church has always taught that there is a place of final purification for the faithful who have died. In God’s infinite mercy, He provides an opportunity for each soul to be cleansed completely before entering eternally into His presence. Our debt of justice paid, we are freed at last to enter into the endless bliss promised to all who store up treasures in Heaven.

And so we pray for the souls of the departed at Mass and remember them especially on this day each year (observing a particular day began in the 500’s, and today’s date was fixed on the Church calendar in the 1200’s). Because the souls of the dead can no longer pray for themselves, it is an act of charity for us to pray for them, to intercede for their quick entrance into glory. And because the dead cannot pray for themselves, how grateful they must be for every prayer offered for them. In Heaven, they will surely continue to pray for those who prayed for them!

So, during this month, the Church gives us unique opportunities to obtain plenary indulgences for the holy souls in Purgatory. We must simply visit a church on this day and pray for them (at least the Creed and an Our Father), or, during the 2nd through the 8th of November, visit a cemetery and pray for them. (As a reminder, the conditions for receiving any indulgence are: being a Catholic in the state of grace, going to Confession within 20 days before or after, receiving the Eucharist preferably on that day, and praying for the intentions of the Holy Father; for a plenary indulgence, one must also be detached from all sin. Only ONE plenary indulgence may be obtained each day, but there is no limit to the number of partial indulgences.)

How do you pray for the departed souls? Offering Mass for them, including an intention in your daily prayers and Rosary, and saying a quick prayer as you pass a cemetery, are all easy ways to pray for the dead. The Lord WANTS to draw all to Himself and raise us on the last day. During these days of prayer for the dead, we can help the souls of our brothers and sisters make their way to the Lord.

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¿Qué sucede cuando morimos? Nos gusta pensar que iremos al cielo, pero ¿cómo llegamos allí? ¿Compramos un boleto? ¿Negociamos nuestra entrada? ¿Nos ponemos cohetes propulsores? ¡Por supuesto que no! Sabemos esto, y sin embargo tendemos a pensar que nuestra entrada está de alguna manera automáticamente garantizada.

Pero solo los absolutamente puros pueden ser admitidos a la gloria sin sombra del Cielo, la perfección infinita del abrazo amoroso de Dios. No puede entrar ni un rastro de pecado, egocentrismo o incertidumbre. Podemos estar siguiendo los mandamientos de Dios y estar razonablemente seguros de que no nos condenaremos al infierno, pero la mayoría de nosotros no alcanzamos la pureza y la perfección absolutas aquí en la tierra. Por eso la Iglesia siempre ha enseñado que hay un lugar de purificación final para los fieles que han muerto. En la infinita misericordia de Dios, brinda una oportunidad para que cada alma sea limpiada completamente antes de entrar eternamente en Su presencia. Pagada nuestra deuda de justicia, por fin somos liberados para entrar en la dicha sin fin prometida a todos los que acumulan tesoros en el Cielo.

Por eso rezamos por las almas de los difuntos en la Misa y los recordamos especialmente en este día cada año (la celebración de un día en particular comenzó en el siglo VI, y la fecha actual se fijó en el calendario de la Iglesia en el siglo XIII). Como las almas de los muertos ya no pueden rezar por sí mismas, es un acto de caridad que recemos por ellas, que intercedamos por su rápida entrada en la gloria. Y como los muertos no pueden rezar por sí mismos, ¡cuán agradecidos deben estar por cada oración que se ofrezca por ellos! En el Cielo, seguramente seguirán rezando por quienes rezaron por ellos.

Por eso, durante este mes, la Iglesia nos da oportunidades únicas para obtener indulgencias plenarias por las benditas almas del Purgatorio. Simplemente debemos visitar una iglesia en este día y rezar por ellas (al menos el Credo y un Padrenuestro), o, del 2 al 8 de noviembre, visitar un cementerio y rezar por ellas. (Recordatorio: las condiciones para recibir cualquier indulgencia son: ser católico en estado de gracia, confesarse dentro de los 20 días anteriores o posteriores, recibir la Eucaristía preferiblemente ese día y rezar por las intenciones del Santo Padre. Para obtener una indulgencia plenaria, adicionalmente es necesario estar desprendido de todo pecado. Solo se puede obtener UNA indulgencia plenaria por día, pero no hay límite para el número de indulgencias parciales).

¿Cómo se reza por las almas de los difuntos? Ofrecer una misa por ellos, incluir una intención en las oraciones diarias y en el rosario, y decir una oración rápida al pasar por un cementerio, son formas fáciles de rezar por los muertos. El Señor QUIERE atraer a todos hacia Él y resucitarnos en el último día. Durante estos días de oración por los muertos, podemos ayudar a las almas de nuestros hermanos a llegar al Señor.

Comunicarse con la autora

Kathryn Mulderink, MA, is married to Robert, Station Manager for Holy Family Radio. Together they have seven children (including Father Rob), and eleven grandchildren. She is President of the local community of Secular Discalced Carmelites and has published five books and many articles. Over the last 30 years, she has worked as a teacher, headmistress, catechist, Pastoral Associate, and DRE, and as a writer and voice talent for Catholic Radio. Currently, she serves the Church by writing and speaking, and by collaborating with various parishes and to lead others to encounter Christ and engage their faith. Her website is www.KathrynTherese.com

Feature Image Credit: Min An, www.pexels.com/photo/mountains-with-crepuscular-ray-1403550/