The Kingdom of God / El Reino de Dios

The Gospel reading today is only four lines. The parable about the kingdom of God in Luke 13:18-21 is a favorite of mine, among others, as images of a mustard seed immediately come to mind. What has been catching my attention are the two lines about a woman mixing yeast into the dough. Jesus’ inclusion of women in his teachings and ministry was quite radical for his time. A woman with three measures of flour (more than a bushel today) would have produced over 50 loaves of bread. Imagine how many would be able to have their hunger satisfied from the blessing of this abundant bread.

Before I could understand a definition of the kingdom of God, I was drawn to the women in my life who were deeply faithful: my Grandmothers, my Aunt and my Mom. I spent much time with these dedicated, strong, wise women in their homes and especially in their kitchens.

I have enjoyed being in the kitchen since I was a toddler. Yes, there are family photos to prove it and no, I’m not sharing those. There was a warmth that radiated from the kitchen that wasn’t from the heat of the oven. A peaceful encompassing embrace seemed to draw you into the room without having physically touched anyone. I can remember more than once startling each one of these beloved ladies out of their task at hand when they turned to find me just standing there. I loved to watch what they were doing as well as being part of the meal preparation or baking project. My soul was nourished along with my body. It was a small intimate depiction of the kingdom of God.

What is your favorite image of the Kingdom of God? Do you have an oasis in your memory or a place where you can experience the peace and fellowship of God’s Kingdom? 

Lord, may I be aware of the grace You have given me.  Help me to always work diligently for the upbuilding of Your divine Kingdom.  And help me to see it as a joy and honor to do so.  Jesus, I trust in You. Amen.

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El Evangelio de hoy es tan solo cuatro líneas. La parábola sobre el reino de Dios en Lucas 13,18-21 es una de mis favoritas, entre otras, ya que inmediatamente me viene a la mente la imagen de una semilla de mostaza. Lo que me ha llamado la atención son las dos líneas sobre una mujer que mezcla levadura en la masa. La inclusión de mujeres en sus enseñanzas y ministerio por parte de Jesús fue bastante radical para su época. Una mujer con tres medidas de harina (más de un bushel en la actualidad) habría producido más de 50 rebanadas de pan. Imagínese cuántos podrían saciar su hambre con la bendición de este pan abundante.

Antes de que pudiera entender una definición del reino de Dios, me atrajeron las mujeres en mi vida que fueron profundamente fieles: mis abuelas, mi tía y mi mamá. Pasé mucho tiempo con estas mujeres dedicadas, fuertes y sabias en sus hogares y especialmente en sus cocinas.

He disfrutado estar en la cocina desde que era una niña pequeña. Sí, existen fotos familiares para comprobarlo y no, no las voy a compartir. Había una calidez que irradiaba de la cocina que no era del calor del horno. Un ambiente pacífico y envolvente me atraía allí y parecía abrazarme aunque no había tocado físicamente a nadie. Me acuerdo que más de una vez les sorprendí a cada una de estas queridas mujeres cuando se dieron vuelta y me encontraron allí parada. Me encantaba ver lo que estaban haciendo, además de ser parte de la preparación de la comida o de lo que estaban haciendo al horno. Mi alma se alimentaba junto con mi cuerpo. Era una pequeña representación íntima del Reino de Dios.

¿Cuál es tu imagen favorita del Reino de Dios? ¿Tienes un oasis en tu memoria o un lugar donde puedes experimentar la paz y el compañerismo del Reino de Dios?

Señor, hazme consciente de la gracia que me has dado. Ayúdame a trabajar siempre diligentemente para la edificación de Tu Reino divino. Y ayúdame a considerarlo un gozo y un honor hacerlo. Jesús, en Ti confío. Amén.

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Beth Price is part of the customer care team at Diocesan. She is a Secular Franciscan (OFS) and a practicing spiritual director. Beth shares smiles, prayers, laughter, a listening ear and her heart with all of creation. Reach her here bprice@diocesan.com.

Feature Image Credit: Christian Bowen, unsplash.com/photos/TOKVE7PNwAc