The Sabbath was Made for Man / El Sábado se Hizo para el Hombre

There are 7 days in a week, 24 hours a day, which gives us 168 hours a week. God understands that much of our time is used in caring for our families, our homes, our physical selves. The Lord knows we dwell amongst this crazy, nutty mortal world. What he asks of us, in the midst of all this, is to set aside 24 hours a week to focus on our relationship with him. This one particular day is the Sabbath. As Christians, this day is Sunday, the day Jesus rose from the dead. It is the day we are to replenish ourselves with the Eucharist so that we can face the other 144 hours of living out God’s love in all the craziness. 

There’s one sentence from today’s Gospel that I kept going back to, “The Sabbath was made for man, not man for the Sabbath. So the Son of Man is lord even of the Sabbath.” What does this sentence really mean? What it comes down to is, God is in charge, God is the Sovereign One who makes the Sabbath rules. We get caught up in taking care of our mortal needs for most of the week, but for those 24 hours all God wants is our love for him. We are to focus on Him. Go to church early. Sit in the quiet. Thank Jesus for waiting for you in the tabernacle. Find a space away from the busyness of life to spend a few extra quiet minutes in prayer. Turn off any media. Read the Bible to hear God’s love letters to us and let it strengthen you. My wife and I like to take our kayaks out to a still little lake where we can float and pray the rosary. 

As a society, we work hard the entire week mainly for the welfare of our physical lives. In the same manner, we are asked to set apart a day to work on our spiritual lives so that we are ready to testify to our love for God. By giving special time to be with God, Our Lord, we show our love for God and express our gratitude to Him. The amazing thing is, God always gives more. So when we give that day to God, we will find He gives us grace and strength for all the rest.

Contact the author


Hay 7 días en una semana, 24 horas al día, lo que nos da 168 horas a la semana. Dios entiende que gran parte de nuestro tiempo se utiliza en el cuidado de nuestras familias, nuestros hogares y nuestro ser físico. El Señor sabe que vivimos en este mundo mortal loco y alborotado. Lo que nos pide, en medio de todo esto, es que dediquemos 24 horas a la semana a centrarnos en nuestra relación con él. Como cristianos, este día es el domingo, el día en que Jesús resucitó de entre los muertos, el día que debemos reponernos con la Eucaristía para poder afrontar las otras 144 horas viviendo el amor de Dios en medio de toda la locura.

Hay una frase del Evangelio de hoy que me llamó mucho la atención: “El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado”. ¿Qué significa realmente esta frase? Todo se reduce a que Dios está a cargo, Dios es el Soberano que establece las reglas del sábado. Quedamos atrapados en atender nuestras necesidades mortales durante la mayor parte de la semana, pero durante esas 24 horas lo único que Dios quiere es nuestro amor por él. Debemos centrarnos en Él. Anda a la iglesia temprano. Siéntate en silencio. Dale gracias a Jesús por esperarte en el sagrario. Encuentre un espacio lejos del ajetreo de la vida para pasar unos minutos más tranquilos en oración. Apague todos los medios de comunicación. Lee la Biblia para escuchar las cartas de amor de Dios hacia nosotros y deja que te fortalezca. A mis esposa y yo, nos gusta llevar nuestros kayaks a un pequeño lago tranquilo donde podemos flotar y rezar el rosario.

Como sociedad, trabajamos duro durante toda la semana principalmente por el bienestar de nuestra vida física. De la misma manera, se nos pide que apartemos un día para trabajar en nuestra vida espiritual de modo que estemos listos para dar testimonio de nuestro amor por Dios. Al dedicar un tiempo especial para estar con Dios, Nuestro Señor, mostramos nuestro amor a Dios y le expresamos nuestra gratitud. Lo sorprendente es que Dios siempre da más. Cuando le damos ese día a Dios, descubriremos que Él nos da gracia y fortaleza para todos los demás.

Comunicarse con el autor

Tom O’Connor is a candidate for the Diaconate in the Diocese of Kalamazoo. He is currently serving at Sacred Heart Parish in Watson and St. Stanislaus in Dorr, Michigan. He is married to Sheryl O’Connor. They have recently discovered the joy of kayaking and can be found out on a quiet lake as often as possible. 

Feature Image Credit: Jessica Mangano, unsplash.com/photos/J8esybr6V98