The Words of Eternal Life / Las Palabras de Vida Eterna

“The desire for God is written in the human heart, because man is created by God and for God; and God never ceases to draw man to himself. Only in God will he find the truth and happiness he never stops searching for.” (CCC 27)

Blessed Imelda Lambertini, patron saint of First Communicants, died of joy when receiving Jesus in the Blessed Sacrament for the first time. My soul yearns to encounter Jesus Christ in this same way – to reach a state of completion through pure fulfillment in the Lord and nothing else. As St. Augustine declared, “Our souls are restless until they rest in You”. 

Our sole purpose on Earth should be to strive to find Christ in all we see and do. It is easier said than done, and day after day I fail to display the patience and gentleness that He has modeled for me. Yet Jesus Christ is infinite whereas all else is finite. Everything on Earth passes away. Materialistic possessions age. Even relationships with others will waver with time due to the human condition. 

Is there any dogma more central to Catholicism than recognizing that Jesus Christ is truly present in the Holy Eucharist? Let us desire the Bread of Life above all else. I ask for strength to recognize the joy and unconditional happiness that Christ provides. He is the only one who can sustain me. He is the true Bread of Life. Through Him, the Bread of Heaven, we will encounter Eternal Life and happiness for all ages. 

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“El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar”. (CIC 27)

La beata Imelda Lambertini, patrona de los primeros comulgantes, murió de alegría al recibir por primera vez a Jesús Sacramentado. Mi alma anhela encontrar a Jesucristo de esta misma manera: alcanzar un estado de plenitud a través de la realización pura en el Señor y nada más. Como declaró San Agustín: “Nuestras almas están inquietas hasta que descansen en Ti”.

Nuestro único propósito en la Tierra debería ser esforzarnos por encontrar a Cristo en todo lo que vemos y hacemos. Es más fácil decirlo que hacerlo, y día tras día no logro mostrar la paciencia y la dulzura que Él ha modelado para mí. Sin embargo, Jesucristo es infinito mientras que todo lo demás es finito. Todo lo que hay en la Tierra es pasajero. Las posesiones materialistas envejecen. Incluso las relaciones con los demás titubean con el tiempo debido a la condición humana.

¿Existe algún dogma más central para el catolicismo que reconocer que Jesucristo está verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía? Debemos desear el Pan de Vida por encima de todo. Pido fuerza para reconocer el gozo y la felicidad incondicional que Cristo brinda. Es el único que puede sostenerme. Es el verdadero Pan de Vida. A través de Él, el Pan del Cielo, encontraremos la Vida Eterna y la felicidad para todas las edades.

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Dr. Alexis Dallara-Marsh is a board-certified neurologist who practices in Bergen County, NJ. She is a wife to her best friend, Akeem, and a mother of two little ones on Earth and two others in heaven above.

Feature Image Credit: Diocese of Spokane, unsplash.com/photos/a-gold-plate-with-a-bunch-of-cookies-on-it-NsJCttVh25I