“The LORD called to Samuel, who answered, “Here I am.”
We hear Samuel’s response, but we don’t get the exact words that God speaks to Samuel. We have the 20/20 vision of hindsight, so we know that God is calling Samuel to be a prophet. He will have God’s favor and will even anoint David, who is to be King. Big things are ahead for Samuel.
But first God has to call him, and just how does that happen? We can get clues from Samuel’s response. He thinks Eli, his master and teacher, is calling him. So we know this call wasn’t a loud proclamation or a clap of thunder. There was no flashing sign directing Samuel what to do. Samuel thought he simply heard the aging voice of Eli calling his name in the night.
So after the third time, Eli tells Samuel, be ready. If you hear God’s voice again, simply respond, “Speak Lord, your servant is listening.”
There is so much to unpack here! Samuel’s story is important for the role he plays in God’s plan of salvation. But it is also important because Samuel is an archetype for you and I. We can learn from how he responds.
Samuel was not familiar with the Lord’s voice; he didn’t recognize Him because God had not revealed himself yet. Despite having been taught to pray by his mother, Hannah. Despite serving in the presence of the Lord under Eli’s guidance, he was not familiar with God’s voice, because God had not revealed himself yet. Samuel did his part, he prayed, he served, he did as he should, but he still had to wait for God to reveal himself.
We too need to keep ourselves ready to hear God’s voice when he calls. Afterall, like Samuel we also have been appointed to be a priest and prophet. We can’t choose how we hear God’s voice, but we can immerse our hearts and minds in Sacred Scripture. We can especially read the Gospels to get to intimately know the life of Jesus who is our model and teacher. We can receive the Eucharist often. We can go to confession frequently to be sure we are open and ready for God’s grace. We can pray and serve and do as we should.
Then, like Samuel, we sleep well. So that when God reveals himself and we hear Him call our name like a whisper in the night, we too can say, “Speak, Lord, your servant is listening.”
“El Señor llamó a Samuel y éste respondió: ‘Aquí estoy’”.
Escuchamos la respuesta de Samuel, pero no entendemos las palabras exactas que Dios le dice a Samuel. Tenemos la respuesta en retrospectiva, por lo que sabemos que Dios está llamando a Samuel a ser profeta. Tendrá el favor de Dios y hasta ungirá a David, quien será Rey. A Samuel le esperan grandes cosas.
Pero primero Dios tiene que llamarlo, ¿y cómo sucede eso? Podemos obtener pistas de la respuesta de Samuel. Cree que Eli, su maestro y profesór, lo está llamando. Entonces sabemos que este llamado no fue una proclamación fuerte ni un trueno. No había ninguna señal intermitente que indicara a Samuel qué hacer. Samuel pensó que simplemente escuchó la voz envejecida de Elí llamándolo por su nombre en la noche.
Entonces, después de la tercera vez, Elí le dice a Samuel, prepárate. Si vuelves a escuchar la voz de Dios, simplemente responde: “Habla Señor, tu siervo escucha”.
¡Hay tanto que desempacar aquí! La historia de Samuel es importante por el papel que desempeña en el plan de salvación de Dios. Pero también es importante porque Samuel es un arquetipo para ti y para mí. Podemos aprender de cómo responde.
Samuel no estaba familiarizado con la voz del Señor; no lo reconoció porque Dios aún no se había revelado. A pesar de que su madre, Ana, le enseñó a orar. A pesar de servir en la presencia del Señor bajo la guía de Elí, no estaba familiarizado con la voz de Dios, porque Dios aún no se había revelado. Samuel hizo su parte, oró, sirvió, hizo lo que debía, pero aún tuvo que esperar a que Dios se revelara.
Nosotros también debemos mantenernos preparados para escuchar la voz de Dios cuando nos llama. Después de todo, al igual que Samuel, nosotros también hemos sido designados sacerdotes y profetas. No podemos elegir cómo escuchar la voz de Dios, pero podemos sumergir nuestro corazón y nuestra mente en la Sagrada Escritura. Podemos leer especialmente los Evangelios para conocer íntimamente la vida de Jesús que es nuestro modelo y maestro. Podemos recibir la Eucaristía con frecuencia. Podemos confesarnos con frecuencia para asegurarnos de que estemos abiertos y listos para la gracia de Dios. Podemos orar, servir y hacer lo que debemos.
Entonces, como Samuel, dormimos bien. Para que cuando Dios se revele y lo escuchemos llamar nuestro nombre como un susurro en la noche, nosotros también podamos decir: “Habla, Señor; tu siervo te escucha”.
Sheryl’s first calling is to be wife and partner to Tom, who is a candidate for the Permanent Diaconate in the Diocese of Kalamazoo. She also gets to live out her passion for teaching and learning by serving as principal at St. Therese Catholic School in Wayland, Michigan. Home is full with Carlyn, our goofy golden retriever, Lucy, our terrier mix wild child, and Mila, our very special Bernese Mountain dog.
Feature Image Credit: KaLisa Veer, unsplash.com/photos/d4Slzw31UZc