Change / El Cambio

Doesn’t it seem like every time you find a good doctor that you really like, they move? Or every time you get into a smooth, steady routine, something happens to throw it off balance? Or once you find that perfect pair of pants that fit you like a glove you either gain or lose weight and they no longer fit well? It seems like our lives are in a permanent state of flux, never constant, always changing. Yet we don’t like that word do we? Change. A friend of mine once received as a gift a large cup that had every single one of its synonyms written on it. He had noticed that time and time again people would cringe when he mentioned change, so he avoided saying it at all costs.  

What is it about change that hits us at our core? Why do we so often flee from it, running instead toward what is inside our comfort zone, what is known and familiar? Part of it has to do with our tendency to sin and part of it our fear of the unknown. If I do something I have never done before, how will it make me feel? Will I get hurt? Will it make me sad? Or on the flip side, will I experience an unfathomable freedom and joy? 

Have you ever thought about what a tremendous change Andrew and the other men experienced as they were called to discipleship in today’s Gospel? There is no verbal response, no drama, and no second thoughts. It simply says: “At once they left their nets and followed him.” And again, “immediately they left their boat and their father and followed him.” Can you imagine what being in Jesus’ presence must have been like, so that just a few words of invitation were all they needed to leave everything they knew and loved, their livelihood and even their families? Now that is a huge amount of change!

Yet all of us are given the free will to make choices in our lives that can also impact us and others in a monumental way. We can choose charity instead of gossip to improve the atmosphere of our workplace. We can choose to control our temper when our children are bothering each other (yet again), to give them a Christ-like example of patience within our families. We can choose gratitude instead of complaining when things don’t go our way, to help create a more positive parish. We can choose to serve in a ministry we don’t think we have time for to allow the light of Christ to shine through us and brighten the lives of those in our communities. 

Lord, show us which areas in our lives you are calling us to make a positive change. Grant us the strength we need to overcome our weaknesses and the courage we need to overcome our fears. Increase our faith to truly believe that your grace is enough for us. Amen. 

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¿No te parece que cada vez que encuentras un buen médico que realmente te gusta, se mudan a otro lugar? ¿O cada vez que entras en una rutina tranquila y estable, algo sucede que la desequilibra? ¿O una vez que encuentras ese par de pantalones que te queda perfecto, subes o bajas de peso y ya no te queda bien? Parece que nuestras vidas están en un estado de flujo permanente, nunca constante, siempre cambiante. Sin embargo, no nos gusta esa palabra, ¿verdad? Cambio. Un amigo mío una vez recibió como regalo una taza grande que tenía escritos todos sus sinónimos posibles. Había notado que una y otra vez que a la gente le daba escalofrío cuando mencionaba el cambio, por lo que evitaba decirlo a toda costa.

¿Qué es lo que nos afecta en lo más profundo del cambio? ¿Por qué tan a menudo huimos de él, corriendo hacia lo que está dentro de nuestra zona de confort, lo conocido y familiar? Parte de ello tiene que ver con nuestra tendencia a pecar y parte con el miedo que tenemos a lo desconocido. Si hago algo que nunca he hecho antes, ¿cómo me sentiré? ¿Me lastimaré? ¿Me pondrá triste? ¿O, por el contrario, experimentaré una libertad y una alegría insondables?

¿Alguna vez has pensado en el tremendo cambio que experimentaron Andrés y los otros hombres cuando fueron llamados al discipulado en el Evangelio de hoy? No dieron ninguna respuesta verbal, no hubo drama ni dudas. Simplemente dice: “Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.” Y nuevamente, “Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.” ¿Puedes imaginar cómo debe haber sido estar en presencia de Jesús, de modo que tan solo unas pocas palabras de invitación fueron todo lo que necesitaron para dejar todo lo que conocían y amaban, su sustento e incluso sus familias? ¡Eso sí que es un gran cambio!

Sin embargo, a todos se nos da el libre albedrío para tomar decisiones en nuestras vidas que también pueden afectarnos a nosotros y a los demás de una manera monumental. Podemos elegir la caridad en lugar de los chismes para mejorar el ambiente de nuestro lugar de trabajo. Podemos elegir controlar el enojo cuando nuestros hijos se molestan entre sí (una vez más), para darles un ejemplo de paciencia como el de Cristo dentro de nuestras familias. Podemos elegir la gratitud en lugar de quejarnos cuando las cosas no salen como queremos, para ayudar a crear una parroquia más positiva. Podemos elegir servir en un ministerio aunque creemos que no tenemos tiempo, para permitir que la luz de Cristo brille a través de nosotros e ilumine las vidas de quienes forman parte de nuestras comunidades.

Señor, muéstranos en cuales áreas de nuestra vida nos estás llamando a hacer un cambio positivo. Concédenos la fuerza que necesitamos para superar las debilidades y el valor que necesitamos para superar los miedos. Aumenta nuestra fe para creer verdaderamente que tu gracia es suficiente para nosotros. Amén.

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Tami Urcia grew up in Western Michigan, a middle child in a large Catholic family. She spent early young adulthood as a missionary in Mexico, studying theology and philosophy, then worked and traveled extensively before finishing her Bachelor’s Degree in Western Kentucky. She loves tackling projects, finding fun ways to keep her little ones occupied, quiet conversation with the hubby and finding unique ways to love. She works full time at Diocesan, is a guest blogger on CatholicMom.com and BlessedIsShe.net, and has been doing Spanish translations on the side for over 20 years.

Feature Image Credit: Linus Nylund, https://unsplash.com/photos/water-ripple-Q5QspluNZmM