Called and Gifted / Llamados y Dotados

I know I am guilty of perceiving Jesus a certain way or putting words into his mouth when his actual words say something different. I hear him saying that he wants me to learn the intellectual facts about the Church quite often. Then I realize that is probably just me telling myself what I want to hear because I enjoy studying theology. Don’t get me wrong, there is nothing wrong with learning about who God is and how to defend the Church, but Jesus in his ministry was very simple in his requests. 

From the First Reading today we hear that Jesus wants us to share with the hungry, shelter the homeless, and clothe the naked. But yet, I know I get annoyed when the neighbor kids play football in our yard because it makes our dogs bark really loud and sometimes wakes up our baby. It’s a far cry from helping the homeless, but I get annoyed at even something that simple. I focus so much on the intellectual side of things sometimes that I forget service. Something that helped me balance this years ago was realizing what gifts God had given me in order to help the world.

My parish did the “Called and Gifted” workshop from the Catherine of Sienna Institute years ago. I highly recommend it if you have not gone through the program. One thing I learned through the discernment process is that God has gifted me with the charism of teaching. This is what inspired me years ago to start teaching theology classes for our local homeschool group. Now, instead of just reading theology books and keeping the knowledge to myself, I can serve with the talents God has given. 

I think the Church in her wisdom put the First Reading and the Gospel together today on purpose. The First Reading is all about Jesus asking us to serve and the Gospel is all about being salt to the world and not hiding your gifts under a basket. But in order to serve properly we must first receive and then ask God what he wants from us. It’s the old saying, “You can’t give something you don’t have.” We need to make sure we are spiritually fed and filled with grace to go out and preach the good news. Then we need to ask God what gifts he has given us for the sake of the kingdom. 

Finally, the last step is to get out there and do it. Sometimes we discern things so long that we never actually move. Well, God is calling us to move. Little kids love the dismissal at the end of Mass because it is over. I love the dismissal at the end of Mass because we have just received Jesus’ body and blood and God calls us to get out and share it. As Jon Foreman said in his hit song, “I Dare you to Move.” Let’s get out there and change the world one gift at a time. 

From all of us here at Diocesan, God bless!

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Sé que soy culpable de percibir a Jesús de cierta manera o poner palabras en su boca cuando sus palabras actuales dicen algo diferente. Lo escucho decir que quiere que aprenda los hechos intelectuales sobre la Iglesia con bastante frecuencia. Luego me doy cuenta de que lo más probable es que soy yo diciéndome lo que quiero escuchar porque disfruto estudiar la teología. No me malinterpreten, no tiene nada de malo aprender acerca de Dios y cómo defender a la Iglesia, pero en su ministerio Jesús pidió de forma muy sencilla.

 Escuchamos en la Primera Lectura de hoy que Jesús quiere que compartamos con los hambrientos, alojamos a los desamparados y vistamos a los desnudos. Sin embargo, sé que me enojo cuando los hijos de mis vecinos juegan fútbol en nuestro patio porque hace que nuestros perros ladren muy fuerte y a veces despiertan al bebé. Eso no tiene nada que ver con ayudar a las personas sin hogar, pero me molesta algo tan simple. A veces me concentro tanto en el lado intelectual de las cosas que me olvido del servicio. Algo que me ayudó a balancear esto hace años fue darme cuenta de los dones que Dios me había dado para ayudar al mundo.

 Hace varios años, mi parroquia hizo el taller “Called and Gifted” (llamado y dotado) del Catherine of Sienna Institute. Si no has pasado por el programa, lo recomiendo altamente. Una cosa que aprendí a través del proceso de discernimiento es que Dios me ha dotado con el carisma de la enseñanza. Esto me inspiró hace años a comenzar a dar clases de teología en nuestro grupo local de educación en el hogar (homeschooling). Ahora, en lugar de leer libros de teología y quedarme con el conocimiento, puedo servir con los talentos que Dios me ha dado.

 Pienso que la Iglesia en su sabiduría puso la Primera Lectura y el Evangelio juntos hoy a propósito. La Primera Lectura tiene que ver con Jesús pidiéndonos que sirvamos y el Evangelio tiene que ver con ser sal del mundo y no esconder los dones debajo de una canasta. Pero para poder servir correctamente primero debemos recibir y luego pedir a Dios lo que quiere de nosotros. Como dice el antiguo dicho, “No puedes dar algo que no tienes”. Tenemos que asegurarnos estar espiritualmente alimentados y llenos de gracia para salir y predicar la buena nueva. Entonces debemos preguntarle a Dios cuáles dones nos ha dado por el reino.

Finalmente, el último paso es salir y hacerlo. A veces demoramos tanto tiempo para discernir las cosas que nunca actuamos. Bueno, Dios nos está llamando a la acción. A los niños pequeños les encanta la despedida al final de la Misa porque ya se acabó. A mí me encanta la despedida al final de la Misa porque después de recibir el cuerpo y la sangre de Jesús, Dios nos llama a salir y compartirlo. Como dijo Jon Foreman en su exitosa canción, “I Dare you to Move” (te atrevo moverte). Salgamos y cambiemos al mundo un don a la vez.

 De parte de todos nosotros aquí en Diocesan, ¡Dios los bendiga!

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Tommy Shultz is a Business Development Representative for Diocesan. In this role he is committed to bringing the best software to dioceses and parishes while helping them evangelize on the digital continent. Tommy has worked in various diocese and parish roles since his graduation from Franciscan University with a Theology degree. He hopes to use his skills in evangelization, marketing, and communications, to serve the Church and bring the Good News to all. His favorite quote comes from St. John Paul II, who said, “A person is an entity of a sort to which the only proper and adequate way to relate is love.”

Feature Image Credit: Alexander Grey, unsplash.com/photos/eMP4sYPJ9x0