The readings today describe the beginning of Job’s trials and a lesson for the apostles.
God points Job out to Satan. Job is shown as a faithful servant even when all is taken from him, he blesses the name of the Lord.
In the Gospel, the disciples argued about being the greatest. Jesus knew the intention of their hearts. He invited them to be the least, illustrating His point by placing a child by His side. Jesus challenged them to receive the child in His name and in turn receive the Father, the one who sent Him.
A child is the embodiment of the powerless who own nothing and cannot survive without consistent care. Jesus came into the world as a most beloved infant, not as the greatest or most powerful. Jesus served by teaching about God’s kingdom. He performed miracles. Jesus healed many. He, the Son of Man, came to serve and give His life as a ransom for many.
Jesus did not claim to be the greatest. He did not claim to be a King. He came as the sacrifice for those who believe so that they can be with Him in heaven.
Help me to remember Lord, that I am not to be the greatest. Allow me to interact with and respect all people as Your servant. Help me to be an example of your Son’s teachings within each situation I encounter today. Amen.
Las lecturas de hoy describen el comienzo de las pruebas de Job y una lección para los apóstoles.
Dios le señala a Job a Satanás. Job se muestra como un siervo fiel aún cuando todo le es arrebatado, bendice el nombre del Señor.
En el Evangelio, los discípulos discutían sobre ser los más grandes. Jesús conocía la intención de sus corazones. Los invitó a ser los más pequeños, ilustrando Su punto al colocar a un niño a Su lado. Jesús los desafió a recibir al niño en Su nombre y a su vez recibir al Padre, al que lo envió.
Un niño es la encarnación de los impotentes que no poseen nada y no pueden sobrevivir sin el cuidado constante. Jesús vino al mundo como un bebé muy amado, no como el más grande o el más poderoso. Jesús sirvió enseñando sobre el reino de Dios. Hizo milagros. Jesús sanó a muchos. Él, el Hijo del Hombre, vino para servir y dar Su vida para rescatar a muchos.
Jesús no afirmó ser el más grande. No pretendió ser un rey. Él vino como el sacrificio por aquellos que creen para que puedan estar con Él en el cielo.
Ayúdame a recordar Señor, que no debo ser el más grande. Permíteme interactuar y respetar a todas las personas como Tu servidor. Ayúdame a ser un ejemplo de las enseñanzas de tu Hijo en cada situación que enfrento hoy. Amén.
Beth Price is part of the customer care team at Diocesan. She is a Secular Franciscan (OFS) and a practicing spiritual director. Beth shares smiles, prayers, laughter, a listening ear and her heart with all of creation. Reach her here bprice@diocesan.com.
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