Self-Determined / Autodeterminación

Pharisees. As we read through Mark’s Gospel, we see Jesus making enemies when he is only trying to hold out the truth to them (have you ever felt like this?). The Pharisees are the ones who hold themselves above everyone else because they know the law up and down, inside and out. And they follow the law. Scrupulously. Not just the Scriptural law, but the hundreds – HUNDREDS – of traditional interpretations of that law. In their (self-determined) superiority, they ruled over the people and in their (self-determined) self-righteousness, they looked down on all others.

This is what humans will do. Because we are fallen, and we are free. So wherever there are rules, there will be a tendency for some to act like the Pharisees. There will always be some who assure themselves that they are doing things properly because they are obeying the precise letter of “the law.” And it never ends there! For those who think and operate like the Pharisees, there will always be a tendency to nitpick the (self-determined) failures of others.

At some point on the spiritual journey, most of us become hyper-aware of “the rules” and work hard to conform ourselves, our behavior, our habits, to those rules. Saying specific prayers, attending Mass, confessing our sins, and practicing other devotions are good things! But the enemy can turn these good things into emblems of (self-determined) righteousness, and even tempt us to think we are better than others. We may even be tempted to look down on others or begin to nitpick inessential details. This is not the point of the rules the Church gives us!

If we do these “good things” just to “be good Catholics”, we are missing the essential thing. Religion is not about following rules (though the rules are certainly the guardrails that keep us on the road and not in the ditch!). All of the many practices and devotions in the Church have one essential goal: LOVE. To help us encounter and love Jesus Christ, who alone is holy, and to love and serve others!

We are made to glorify HIM, and not ourselves.

The Pharisees were glorifying THEMSELVES, and not God.

In their (self-determined) righteousness, the Pharisees refused to let Jesus’ transforming love heal their hardened hearts so that their lives could open up to the unimaginably broad horizons of God’s will for them. We can do the same thing – God has given us a free will that makes self-determination possible, but what we determine for ourselves will always be so much smaller, so cramped and limited, compared to what God wills for us. Let’s determine to open ourselves and offer ourselves as completely as we can to Him, trusting that He wants more for us than we can ask for or imagine!

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Los fariseos. A medida que leemos el Evangelio de Marcos, vemos a Jesús haciendo enemigos cuando solo está tratando de mostrarles la verdad (¿alguna vez te has sentido así?). Los fariseos son los que se mantienen por encima de los demás porque conocen la ley por arriba y por abajo, por dentro y por fuera, y siguen la ley escrupulosamente. No solo la ley bíblica, sino los cientos y cientos de interpretaciones tradicionales de esa ley. En su superioridad autodeterminada, gobernaron sobre la gente y en su autodeterminada justicia propia, menospreciaron a todos los demás.

Esto es lo que hacen los seres humanos. Porque somos caídos y somos libres. Así que donde haya reglas, habrá una tendencia a que algunos actúen como los fariseos. Siempre habrá quien se asegure de que está haciendo las cosas bien porque está obedeciendo al pie de la letra “la ley”, y nunca termina ahí. Para aquellos que piensan y operan como los fariseos, siempre habrá una tendencia a criticar los fracasos autodeterminados de los demás.

En algún momento del camino espiritual, la mayoría de nosotros nos volvemos hiperconscientes de “las reglas” y trabajamos duro para ajustarnos a nosotros mismos, nuestro comportamiento y nuestros hábitos a esas reglas. Decir oraciones específicas, asistir a misa, confesar nuestros pecados y practicar otras devociones son cosas buenas. Pero el enemigo puede convertir estas cosas buenas en emblemas de justicia autodeterminada, e incluso tentarnos a pensar que somos mejores que los demás. Incluso podemos tener la tentación de menospreciar a los demás o comenzar a criticar detalles no esenciales. ¡Este no es el punto de las reglas que la Iglesia nos da!

Si hacemos estas “cosas buenas” sólo para “ser buenos católicos”, nos estamos perdiendo lo esencial. La religión no se trata de seguir reglas (aunque las reglas ciertamente nos encaminan para no desviarnos). Todas las muchas prácticas y devociones en la Iglesia tienen un objetivo esencial: EL AMOR. Nos ayudan a encontrar y amar a Jesucristo, el único santo, y a amar y servir a los demás.

Estamos hechos para glorificarlo a ÉL, y no a nosotros mismos.

Los fariseos se estaban glorificando a SÍ MISMOS, y no a Dios.

En su justicia autodeterminada, los fariseos se negaron a permitir que el amor transformador de Jesús sanara sus corazones endurecidos para que sus vidas pudieran abrirse a los horizontes inimaginablemente amplios de la voluntad de Dios para ellos. Podemos hacer lo mismo: Dios nos ha dado un libre albedrío que hace posible la autodeterminación, pero lo que determinamos para nosotros siempre será mucho más pequeño, estrecho y limitado, en comparación con lo que Dios quiere para nosotros. Seamos determinados a abrirnos y ofrecernos lo más completamente que podamos a Él, confiando en que ¡Él quiere más para nosotros de lo que podemos pedir o imaginar!

Comunicarse con la autora

Kathryn Mulderink, MA, is married to Robert, Station Manager for Holy Family Radio. Together they have seven children (including Father Rob), and seven grandchildren. She is President of the local community of Secular Discalced Carmelites and has published five books and many articles. Over the last 30 years, she has worked as a teacher, headmistress, catechist, Pastoral Associate, and DRE, and as a writer and voice talent for Catholic Radio. Currently, she serves the Church by writing and speaking, and by collaborating with various parishes and to lead others to encounter Christ and engage their faith. Her website is www.KathrynTherese.com

Feature Image Credit: Isac Ciobota, unsplash.com/photos/Pw1MBHMb8eg